Los pacientes que toman durante períodos prolongados una alta dosis de medicación antipsicótica pueden presentar lo que se llama discinesia tardía (TD). Esta patología produce movimientos corporales involuntarios y repetitivos, que pueden ser TIC faciales, o también espasmos musculares que dificultan la respiración, la correcta postura o la ingesta de alimentos y bebidas.
Los expertos explican que uno de cada cuatro personas que toman medicaciones por problemas de salud mental desarrollan algún grado de TD. A partir de esto, la empresa Teva Pharmaceuticals realizó un estudio de seguimiento del tratamiento en 50 pacientes durante 4 semanas.
A partir de este estudio, se pudo determinar la mejor dosis para cada uno de ellos. Empezaron administrando una dosis de 12 miligramos por día, y terminaron dando 30 miligramos por día en la última semana.
Los resultados fueron claros. Casi la mitad de todos los participantes consiguió un tratamiento exitoso al final del ensayo. La empresa presentó estos resultados en un congreso en Estados Unidos que trataba el impacto del uso de diferentes fármacos en pacientes de salud mental.
Eric Hughes, vicepresidente ejecutivo de investigación y desarrollo de Teva, explicó el significado de los resultados obtenidos. “Estos resultados sustentan la posibilidad de ayudar pacientes con TD a encontrar su dosis apropiada, mantenerse en calendario y alcanzar resultados en el mundo real similares a los que se pueden logran en estudios controlados”, afirmó Hughes.