El estudio dirigido por Natalia Kononov y Danit Ein-Gar, de la Universidad de Tel Aviv, fue publicado recientemente en la revista especializada Personality and Social Psychology Bulletin.
La investigación contó con la participación de cerca de 5000 encuestados en Estados Unidos. Se los dividió en dos grandes grupos. Los participantes recibían imágenes de extraños, personas que nunca habían visto. Los investigadores les pedían que evaluaran a los extraños según distintos criterios.
Al grupo uno, se les pidió que imaginaran que tuvieron un encuentro exitoso con estos desconocidos, y que desean establecer un vínculo con ellos. Al segundo grupo, solo se les pidió que califiquen a las personas según su aspecto físico, sin ninguna otra aclaración.
Lo que los resultados revelaron es que, cuando se les informaba a los participantes que conocerían personalmente a ese extraño o extraña, su percepción de las imágenes se volvía más favorable.
Las personas, en términos generales, tienen a atribuir características positivas (mayor atractivo, voces y aromas agradables) a las personas cuanto se anticipa la interacción.
Según Ein-Gar, esto se debe a que los humanos tienen una voluntad instintiva de estar en ambientes física y también socialmente gratificantes. Esta tendencia hace que interpretemos subjetivamente a las personas y a las situaciones, en relación al deseo de tener una experiencia sensorial placentera.
Ese complejo extremo es lo que hace que nuestros politicos de tendencia socialista, progresista y liberal esperan al encontrarse con algunos de nuestros jurados enemigos. Ya sean estos dirigentes politicos y/o diplomaticos occidentales o arabes !!!
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