El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo una charla telefónica con Yisroel Goldstein, el rabino de la sinagoga de Chabad de Poway que fue atacada el pasado sábado.
«Hablé extendidamente ayer con el Rabino Yisroel Goldstein, del Chabad de Poway, al que extendí mis más cálidas condolencias a él y a todos los afectados por los disparos en California», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
«Qué gran tipo. Perdió al menos uno de sus dedos y todo lo que quería era ayudar a los otros. Muy especial!», concluyó Trump en Twitter.
Durante el atentado la mujer Lori Gilbert-Kaye fue asesinada y, además del rabino, la niña Noya Dahan y su tío Almog Peretz fueron heridos, aunque todos están en condición estable.
El atentado se produjo exactamente seis meses después del ataque contra una sinagoga en Pittsburgh en el que once personas fueron asesinadas.