Las aguas cálidas del Mediterráneo se convirtieron en una inesperada atracción turística gracias a la visita de tiburones. La cercanía de una planta de energía en Hadera hizo que los escualos se acercaran a corta distancia de los turistas.
Se trata de tiburones trozo, que pueden llegar a medir hasta tres metros de largo. Esta especie se encuentra amenazada, por lo que el comportamiento es de suma relevancia para los expertos.
Asimismo, las autoridades pidieron no acercarse a los tiburones, ya que su comportamiento es impredecible. Tampoco está permitido darles de comer o molestarlos.
La planta de energía de Hadera libera calor que entibia las aguas superficiales de la costa. Esta temperatura es la que atrae a los tiburones, algo que podría estar relacionado con su ciclo reproductivo.