La Policía continúa por segundo día consecutivo, con la evacuación del asentamiento de Amona, donde decenas de jóvenes permanecían aún atrincherados dentro de la sinagoga.
En las últimas horas, agentes de la Policía entraron por la fuerza en la vivienda del líder del grupo de resistencia que se niega a abandonar el lugar por propia voluntad, en cumplimiento de una orden de desalojo de la Corte Suprema.
Esta mañana, el único foco que aún permanecía latente era el de decenas de jóvenes atrincherados en su sinagoga, donde la Policía prefiere una solución negociada por las sensibilidades religiosas que tiene asaltar un templo por la fuerza.
«He hablado con las fuerzas de seguridad para calmarles, y para que los jóvenes no acaben magullados», dijo a primera hora Yair Frank, rabino del asentamiento y quien mediaba entre las partes.
Sus ocupantes han colocado barras de hierro en puertas y ventanas para impedir el ingreso de la Policía, que esta mañana toleró la entrada de algunos jóvenes por las ventanas para que pudieran rezar por última vez en ese lugar.
La evacuación del asentamiento comenzó el miércoles por la mañana con un despliegue de alrededor de 3.000 agentes y siguió en horas de las madrugada.
En total la policía ha informado de 24 agentes heridos en los disturbios que se registraron ayer, y más de 400 desalojados, entre residentes y manifestantes de otros lugares que acudieron en apoyo de los residentes.
La evacuación de Amoná fue ordenada por la Corte Suprema debido a que, a diferencia de otros asentamientos, este fue levantado en tierras disputadas por propietarios palestinos.
La Oficina del Primer Ministro informó de la creación de un grupo de trabajo para acelerar la búsqueda de una ubicación alternativa para los colonos evacuados. EFE y Aurora
Que horror, las tierras y las casas, son de los colonos, se los había dado el gobierno, ahora los sacan por la fuerza, me hace acordar el 2005, Gaza, para dársela a los asesinos de Hamas, se las sacaron a los religiosos, y después miren lo que vino.