El Centro Suzanne Dellal presenta desde hace dos meses y hasta fines de octubre un importante proyecto titulado “Dance Tel Aviv 2017”, que es sin duda uno de los eventos de la danza más destacados del país, con la participación de 12 prestigiosas compañías que llegan de Alemania, China, Hong Kong, Hungría, Turquía, Bélgica, Suecia, Ucrania y por supuesto como todos los años lo mejor de España.
El programa incluye unos 15 estrenos mundiales de creadores israelíes. Las obras que hemos visto hasta ahora fueron de alta calidad, congregaron numeroso público, la mayoría con entradas agotadas.
Traemos una reseña de lo que se ha visto hasta ahora: El director de Dellal declaró que este marco ofrece al público una gama amplia de espectáculos concentrados y que el programa representa el esplendor de la danza contemporánea con piezas que van desde declaraciones políticas, temas introspectivos y contemplativos, hasta el buen humor, lo fantástico, y lo poético. Se exponen estilos y culturas de todo el mundo y se pueden apreciar los logros de la danza en Israel y en el extranjero.
Esta fiesta es un mosaico que muestra y pone de relieve los principales y más influyentes artistas con agendas significativas. Al término de cada primera presentación de la mayoría de los montajes, especialmente los extranjeros, se llevó a cabo una conversación entre el público y los bailarines, coreógrafos, artistas y directores, lo cual sirvió para entender el quehacer de la danza en el mundo.
La parte internacional de “Tel Aviv Dance” incluyó varios montajes: la pieza “Dust” del grupo “Noname Artist” de Alemania, creada por Roderick George, un ensamble de cuatro bailarines de gran virtuosismo técnico. Muy especial resultó la pieza “Carmen” con música de Bizet, que nos trajo el ballet Pecs de Hungría, la primera compañía contemporánea de ese país y puso en escena esta famosa pieza, una versión muy colorida, moderna y lograda creada por Beleza Vincenza para 16 bailarines, que sorprendió positivamente y fue aclamada por el público y la prensa local.
No menos importante fue la presentación de la compañía de Beijing Dance/LDTX con su obra “Cold Arrow – Game of Go” (Weiqi) de la primera compañía moderna profesional china independiente, fundada en 2005 por Willy Tsao y La Han Zhong. Las iniciales del nombre significan “El trueno que mueve el universo”. Llegó y triunfó con una pieza magníficamente interpretada por sus 14 bailarines.
También los turcos se lucieron ya que desde ese país llegó el Modern Dance Theater de la Opera de Estambul, con la pieza “Travelogue” (cuaderno de viaje), creada por Beyhan Murphy, que celebra los 400 años de los escritos de un explorador otomano. Es la única que se centra en el aumento de la conciencia social de las artes escénicas. Se presentó ante salas repletas y fue una verdadera sorpresa de la danza y teatro de alta calidad y muy original.
En el marco de las compañías del exterior se vio la maravillosa Compañía de Danza Contemporánea de la Ciudad (CCDC de Hong Kong) que nos mostrara “365 maneras de hacer y deshacer Orientalismo”. A través de los símbolos que conocemos en la caligrafía, el Buda, el Feng Shui, palillos, vestidos de mandarín, artes marciales, mangas largas, dragón, meditación y yoga. Es una pieza muy aclamada con coreografía de Willy Tsao. Fue una experiencia inolvidable principalmente por la sublime ejecución de sus miembros y por su representación de alta estética.
Otro espectáculo que nos sorprendió y quedó grabado es el ofrecido por el Ballet Jerusalén, que estrenó una versión danzante, original y muy atractiva de “La fierecilla Domada” de Shakespeare, en una adaptación moderna que muestra el logro del amor entre dos caracteres fuertes en un estilo cinemático y con elementos de Comedia Dell´Arte y toques de circo. Fundada en el 2004 por Nina Timofeyeva, actualmente Marina Ne’eman es la directora de la Compañía de Ballet de Jerusalén y de la Escuela. De la dirección artística de ambas es responsable Nadya Timofeyeva, hija de Nina.
Flamenco local y de España: En el marco de la danza que llega de España tuvimos el honor de recibir a Sara Calero, una diva del flamenco, fue la primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza de Madrid y ganadora de numerosos premios. Nos visitó en el pasado y ahora regresó trayendo su épica obra “Petisa Loca” en la que cuenta la historia de una mujer, o más bien de todas las mujeres y sus rostros en medio de las migraciones entre Europa y América en el siglo 20. “Donde hay mujer, hay vida”, acompañada por la eximia cantante Gema Caballero y el guitarrista José Almarche que contribuyeron a crear un ambiente único y emocionante.
En un encuentro Sara nos dijo que estuvo aquí “el año pasado y ahora vuelve”, lo cual tiene un significado muy especial porque es un lugar que acoge muy bien sus propuestas y le merece confianza. Antes había venido con el ballet nacional, pero cada vez que llega a un sitio con una propuesta nueva es como si esa fuera la primera vez, comenta: “El público en Israel es muy caluroso y estamos sorprendidos por como la gente ha comprendido nuestras costumbres que son tan personales. Me encantaría volver”, Claudio Kagon subdirector del Dellal que produce el festival estaba presente y tomó nota de ello.
Hablando de flamenco, nos deleitamos en destacar que se presentó una emocionante gala celebrando los 40 años de la danza de la gran sacerdotisa de la danza flamenca en Israel, Silvia Durán, que fue presentada por Yair Vardi, quien demostró orgullo por ser uno de los primeros que decidió festejarlo y que en su momento acogió a Silvia con su danza. Ya han pasado cuatro decenios desde ese entonces, años de intensa labor que aún continúa, en su estudio y en escena. Recordemos tal como lo hizo Verdi en escena que ella fue la que puso el flamenco en Israel y formó las mejores bailarinas del país.
La maestra, bailarina y coreógrafa nació en Sudáfrica, llegó a Israel desde España por sionismo y donde su arte flamenco tuvo gran éxito siendo la primera en incursionar en este estilo en la tierra bíblica.