Rudolf Kastner salvó a 1685 judíos de los nazis en el llamado “Tren Kastner”. Luego se lo acusó de colaboración y fue asesinado en Israel.

Rudolf Kastner (1906–1957) en la cabina de transmisión en Kol Israel, la estación de radio oficial del Estado de Israel, donde presentó un programa en húngaro. – Foto: Wikipedia – Dominio Público

Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.

Fue asesinado en 1957 después de que una corte israelí lo acusara de haber colaborado con los nazis.

Junto con Joel Brand, Kastner fue uno de los líderes del Va’adat Ezrah Vehatzalah -el Comité de Ayuda y Rescate o Vaadá- un pequeño grupo judío en Budapest que ayudó a los refugiados judíos a escapar de la Europa ocupada por la Alemania nazi hacia la relativa seguridad de Hungría durante la Segunda Guerra Mundial. Luego de que los nazis invadieran Hungría el 19 de marzo de 1944, el Comité ayudó a judíos a escapar de Hungría. Entre mayo y julio de 1944, los judíos de Hungría fueron deportados a las cámaras de gas de Auschwitz en una tasa de 12.000 personas por día, según los nazis, para ser «reasentados».

Durante el verano de 1944, Kastner se reunió repetidamente con Adolf Eichmann, quien estaba a cargo de deportar a la comunidad judía de 800.000 miembros de Hungría a Auschwitz en la Polonia ocupada.

Llegaron a un acuerdo de que se perdonaría a unos 1.685 judíos por un rescate de 1.000 dólares por cabeza. La mayoría de los pasajeros no pudieron recaudar los fondos por sí mismos, por lo que Kastner subastó 150 asientos a judíos adinerados para pagar los demás. Además, el oficial de las SS Kurt Becher, enviado de Heinrich Himmler, insistió en que se reservaran 50 asientos para las familias de individuos que personalmente le habían pagado favores, por un monto aproximado de $ 25,000 por persona. 

Rompiendo su acuerdo, Eichmann envió a los pasajeros del tren al campo de concentración de Belsen. Pero al final los pasajeros se salvaron al ser transportados a la neutral Suiza en dos contingentes, en agosto y diciembre de 1944 respectivamente. Entre ellos estaban el rabino Joel Teitelbaum, la escritora Béla Zsolt, el psiquiatra Leopold Szondi, el cantante de ópera Dezső Ernster, el artista István Irsai y otros intelectuales, científicos, líderes religiosos y activistas políticos, pero también personas que no eran ni ricas ni prominentes, sobre todo un grupo de huérfanos polacos. Los pasajeros fueron finalmente liberados después de un gran pago de rescate organizado por el judío ortodoxo suizo Yitzchak Sternbuch,

1.685 salvaron sus vidas al marcharse a Suiza en lo que se hizo conocido como el «tren de Kastner», a cambio de dinero, oro y diamantes. El historiador israelí Yechiam Weitz escribió que, al hacer eso, «con sus propias manos, Kasztner salvó a más judíos que cualquier otro judío antes que él».

Kastner se trasladó a Israel después de la guerra y se convirtió en portavoz del Ministerio de Comercio e Industria en 1952. En 1953 fue acusado por Malchiel Gruenwald de haber sido colaborador de los nazis. La acusación se fundaba en la relación de Kastner con Eichmann y en que Kastner prestó defensa, después de la guerra, a tres oficiales de la SS, incluyendo a Kurt Becher (lo que permitió a este último evitar ser procesado por crímenes de guerra). El gobierno israelí demandó a Gruenwald por difamación en nombre de Kastner, lo que tuvo como resultado un juicio que duró dos años. En palabras del juez, en 1955, Kastner había «vendido su alma al diablo». Al salvar a judíos en «el tren de Kastner», al mismo tiempo que fallaba en advertir a los demás que su reasentamiento era de hecho una deportación hacia las cámaras de gas, Kastner había sacrificado a la masa de judíos por unos pocos elegidos, sostuvo el juez. El veredicto provocó la caída del gabinete israelí.

Kastner renunció a su cargo gubernamental y se convirtió en un virtual recluso. Su esposa sufrió depresión y su hija debió soportar que sus compañeros de escuela le lanzaran piedras en la calle. La Corte Suprema de Israel anuló la mayor parte del juicio en enero de 1958, al sostener (en una decisión de 4 a 1) que la corte superior había «errado seriamente», pero no antes de que Kastner fuera aasesinado. Fue tiroteado el 3 de marzo de 1957 por Zeev Eckstein y falleció a consecuencia de sus heridas doce días más tarde.

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