La investigación de la Policía Militar sobre la muerte de Ibrahim Abu Thuraya, un doble amputado que falleció durante una violenta protesta cerca de la valla fronteriza en el norte de la Franja de Gaza, a mediados de diciembre pasado, revela que el fuego de los francotiradores israelíes había finalizado al menos una hora antes de que el Abu Thuraya resultara herido, según los reportes palestinos.
Dos francotiradores de las fuerzas especiales Maglan fueron interrogados bajo caución por la División de Investigaciones de la Policía Militar en relación a la sospechosa muerte de Abu Thuraya.
“Estamos entrenados para dar con precisión en el blanco”, manifestó uno de los francotiradores. “Y en cualquier caso, las órdenes era disparar a las partes bajas del cuerpo de los principales instigadores. No hay ninguna posibilidad de que nosotros lo hayamos matado. Estamos entrenados para detectar heridas, después de cada disparo y cuando ocurre, vemos gente alrededor de los heridos. En este caso, no sucedió”.
Los comandantes de los dos combatientes de la División Gaza dieron apoyo total a los soldados a la luz de la investigación, que fue elevada al general Eyal Zamir, jefe del Comando Sur.
Los francotiradores dispararon contra los principales instigadores solamente tres veces ese día; y habían dejado de disparar al menos una hora antes de que Abu Thuraya hubiese recibido un disparo, según la versión de los palestinos.
Cerca de mil palestinos participaron en violentos disturbios junto a la cerca fronteriza, aquel día, violando la soberanía israelí. Algunos arrojaron piedras y bombas Molotov contra la valla como así también un artefacto explosivo que explotó sin provocar heridos ni daños materiales.
La investigación revela que Abu Thuraya que a menudo participaba en las protestas junto a la cerca fronteriza, visitó a los miembros de su familia, la noche anterior, y les pidió disculpas a sus familiares diciéndoles que debía despedirse de ellos como “shahid” (mártir).
Los oficiales de la División Gaza detectaron que los palestinos estaban llevando a muchos discapacitados a esa protesta, incluyendo a personas en silla de ruedas. Los combatientes recibieron instrucciones de evitar disparar sobre los discapacitados, que suelen ser colocados en el centro de los puntos de fricción para evitar darle al grupo terrorista islámico Hamás ganancias en cuanto a imagen ante una prensa internacional, que en ocasiones aparenta cierto grado de hostilidad hacia Israel.
La conclusión de la investigación es que no hubo fallos por parte de la conducta de las fuerzas israelíes durante el incidente.
Una hipótesis que no se probó en la investigación es si Abu Thuraya pudo haber muerto como consecuencia del rebote de un medio antidisturbios usado por las tropas para dispersar a los revoltosos.
La versión palestina sostiene que la autopsia realizada en un hospital de Gaza indica que Abu Thuraya fue alcanzado por una bala en la cabeza durante las protestas semanales en la cerca fronteriza. El Ministerio de Salud de Gaza está dirigido por el grupo Hamas.
La versión palestina describe a Abu Thuraya como un civil que perdió sus piernas durante un bombardeo israelí en su vivienda en 2008. Sin embargo, un reporte del diario británico The Independent, en 2005, menciona a Abu Thuraya como miembro de la Fuerza 17 (un grupo paramilitar de Fatah), que recibió disparos en su pierna en un combate entre Hamas y Fatah. Su pertenencía a la Fuerza 17 también está señalada en un libro publicado por Beverly Milton-Edwards y Sephen Farrel, en 2010, sobre Hamás.