Está formado por un conjunto de sillas, cada una de las cuales representa simbólicamente a 1000 fallecidos. El distrito Podgórze, durante la Segunda Guerra Mundial, fue el gueto judío de Cracovia. Antiguamente, hasta el 1795, era una ciudad aparte, que luego fue acoplada a Cracovia. Lamentablemente, Podgórze fue uno de los cinco guetos más grandes de toda Polonia. El gueto judío de Podgórze es un lugar empapado de historia donde reflexionar sobre lo que el ser humano ha sido capaz de hacer a sus pares.
Los nazis entraron a Cracovia en septiembre 1939. Desde el primer momento, todos los judíos fueron obligados a llevar brazaletes que los identificaban como tal y, día tras otro, les quitaron todo, desde la libertad de culto cerrando las sinagogas, la expulsión forzada de Cracovia, hasta la vida.
Podgórze se convirtió en gueto judío sólo cuando los nazis, durante la ocupación, confinaron a todos los judíos al otro lado del río Vistula, ocupando sus casas y tomando posesión de sus pertenencias, haciéndolos vivir en condiciones inhumanas.
El 3 de marzo de 1941, según un programa de “limpieza” de la ciudad, los judíos que permanecieron en la ciudad (más o menos 15.000) fueron confinados en un área muy pequeña de tan sólo 30 calles, con 320 edificios hasta el marzo del 1943. Para ello desalojaron a 3.000 cristianos que vivían allí y encerraron por la fuerza a los 15.000 judíos a vivir en condiciones infrahumanas. Quiénes no lograban encontrar un lugar en los atestados departamentos morían congelados en las frías calles de Cracovia.
No hace falta ser un matemático para entender que 15 mil personas vivían en condiciones desesperadas. En abril se levantaron muros perimetrales, con la función de aislar a los judíos de la ciudad.
Hay registros históricos que nos muestran cuánta gente murió de hambre allí dentro. La dieta diaria era de sólo 145 gramos por persona, la cual bajaron hasta 25 gramos por persona poco antes de la liquidación total.
El gueto judío de Cracovia estaba rodeado de muros de 3 metros de alto, y que tenían sólo 4 entradas, por supuesto vigiladas.
En la plaza se llevaban a cabo ejecuciones, por lo que se convirtió en un lugar de deportaciones. La antigua Plaza de la Concordia lleva hoy el nombre de Héroes del Gueto, recordando los sucesos que tuvieron lugar aquí en los días de la liquidación del gueto de Cracovia en el año 1943.
Aquí, durante la ocupación, reunían a los judíos en una macabra selección de liquidación de no retorno en 1943 donde, quien no estaba apto para trabajar, era clasificado para ser deportado a los campos de concentración, como por ejemplo el de Auschwitz.
Anteriormente desempeñaba la función de mercado, en el que se comerciaba con ganado. Hoy se la relaciona principalmente con el gueto. La plaza se convirtió en el punto central de las sucesivas deportaciones: aquí debían agruparse los judíos antes del transporte a los campos de concentración. Aquí también se realizaban ejecuciones.
En el año 2005, se colocó en la plaza un peculiar monumento en forma de sillas vacías talladas en metal, que recuerdan los muebles y el equipaje que quedaron en la plaza tras el traslado de los judíos del gueto. Cada año, en el aniversario de la liquidación, sale de la plaza la Marcha de la Memoria, que repite el último recorrido que hacían los judíos que se dirigían al campo de concentración de Płaszów.
La obra fue donada por Roman Polanski, famoso director de cine, y sobreviviente del Holocausto. Esta obra cuenta con 70 sillas hechas en metal, 33 de ellas ubicadas en el exterior y 37 en el interior, recordando a todas las personas que debieron dejar sus hogares, cargando parte de sus pertenencias en sus espaldas.
Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.
Cuanto sufrimiento,cuanta vejacio’n
Cuanta degradacion sufrida-