«El primer ministro se sometió a una serie de exámenes completos y de rutina estando completamente consciente, incluida una prueba eléctrica del corazón, que salió completamente normal”, informó hoy el Hospital Sheba, confirmando el diagnóstico inicial de que la causa de su desmayo fue deshidratación.
El Sheba, el mayor hospital de Israel, indicó que «no se encontró ninguna arritmia cardíaca» y que los médicos «decidieron usar un Holter subcutáneo, como es costumbre en estos casos» para hacer un seguimiento regular de la actividad cardíaca del primer ministro.
Poco después de que su oficina confirmara ayer la hospitalización, el propio primer ministro publicó un vídeo en sus redes sociales en el que aseguraba sentirse «muy bien», en el que se le vio de pie y con buen aspecto.
«El primer ministro pasó ayer varias horas en el calor del día en el Mar de Galilea. Hoy se quejó de un ligero mareo», y su médico le recomendó acudir al Centro Médico Sheba, indicó el comunicado difundido la tarde del sábado por la oficina del primer ministro.
Aunque las pruebas iniciales dieron resultados con valores normales, sin que se encontrara ninguna patología, los médicos aconsejaron a Netanyahu, de 73 años, que pasara la noche en el hospital para someterlo a más chequeos de rutina.
El primer ministro volverá mañana a la actividad política, cuando se ha programado su reunión semanal de gabinete, que normalmente se celebra cada domingo, pero esta semana se aplazó por su estado de salud.
Netanyahu fue trasladado ayer al hospital desde su casa familiar en Cesarea, en la costa mediterránea, tras advertir a sus allegados de que no se sentía bien y que presentaba dolor en el pecho.
El primer ministro habría perdido el conocimiento en su casa, golpeándose la cabeza al caer, pero llegó al hospital completamente consciente y caminando sin ayuda.
En octubre, Netanyahu fue hospitalizado en el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén después de sentirse mal mientras rezaba en una sinagoga, pero también fue dado de alta a la mañana siguiente tras someterse a exámenes y permanecer toda la noche en observación.
Junto a sus aliados ultraortodoxos y ultranacionalistas, ganó las elecciones de noviembre de 2022 tras haber estado en el poder en varios periodos: 1996-1999 y 2009-2021, un total de 15 años, el primer ministro que más tiempo ha ocupado el cargo en Israel.
Desde que comenzó su segundo mandato en 2009, Netanyahu, líder del partido de derecha liberal Likud, no ha designado formalmente a un primer ministro interino, y nombraba temporalmente a algún ministro cercano para que lo reemplazara cuando viajaba al exterior o se sometía a procedimientos médicos programados. EFE
Netanyahu es dado de alta tras pasar un día ingresado por deshidratación
Benjamín Netanyahu Foto: Amos Ben Gershom / GPO vía FlickrBenjamín Netanyahu Foto: Amos Ben Gershom / GPO vía Flickr
Opino que no se puede aceptar que el ÚNICO de los checks & balances que Israel adoptó, es decir, la independencia del Supremo, los ultraortodoxos se dén el lujo de tirarlo por la borda para convertir al país en una dictadura teocrática que de oficio no respetará nada ni a nadie.
No sólo que no defienden al yishuv, sino que maldicen al país todos los santos días del año, nos traicionan a nuestros peores enemigos, y rezan todos los días para que haya un gobierno árabe sobre nuestro país (la boca se les haga a un lado).
Todo eso para que Di-os, que saben que los está mirando siempre, vea y se entere que ellos, a diferencia de todos los otros, sí siguen teniendo fé en Sus promesas, y por eso permitirá que se cumplan más rápido. Se sobreentiende que no reconocen al Estado, entonces, ¿cómo diablos pueden presentarse a las elecciones y luego gobernar?
Dejar que el pueblo se desgarre en protestas es un GRANDÍSIMO JILUL HASHEM, y LA CULPA ES DE ELLOS, porque justamente ellos, como ultraortodoxos, saben muy bien, y muchísimo mejor que los otros, lo que implica un Jilul Hashem.
En un pais normal se hace un plebiscito, un referendum.
En un pais normal la asamblea constitucional -vaadat juka, jok, umishpat – del parlamento toma cartas en el asunto.
En un pais normal donde los que tienen que actuar no hacen nada, el primer ministro renuncia, antes de que se le caiga la cara de verguenza.
En Israel no hay mishmaat maim, y al calor todo el mundo esta mas que acostumbrado, que no nos vengan con cuentos de deshidratacion.
El primer ministro tiene que renunciar para que el pais no se desgarre, mismo si con eso pierde su querido «beinkl».
Porque el estrés al que la situacion lo somete puede tener consecuencias desagradables pero que estan en la logica de hacia donde van las cosas.
Hajlama mehira lerosh hamemshala.