El partido Yamina (derecha) liderado por el actual ministro de defensa, Naftalí Bennett, no acompañara al gobierno de unión de Benjamín Netanyahu y Benny Gantz.
Luego de varias semanas de negociaciones, el frente de partidos derechistas y religiosos tomó la decisión de ocupar un lugar en la próxima oposición. Esto fue comunicado al primer ministro, Benjamín Netanyahu en un comunicado donde expresaron que no aceptaron sus propuestas.
En una presentación formal desde Yamina expresaron que la formación del gobierno entre Netanyahu y Gantz no coincide con los valores del partido.»A la luz de la composición del gobierno y su política que parece ser el gobierno de izquierda de Netanyahu, y a la luz del desprecio del Primer Ministro por los votantes de derecha y Yamina. el partido de derecha ha decidido servir a la oposición en el próximo período».
El Partido Sionista Religioso ya está mirando al día siguiente, diciendo: «La derecha se preparará para el día después de Netanyahu, que vendrá en un año y medio, y producirá de la oposición una alternativa real y correcta: la derecha que no venderá el sistema legal a la izquierda para la supervivencia personal, la derecha que no se inclinará ante Hamas y Abu Mazen. Yamina es el partido que está realmente comprometido con el desarrollo y la regulación del asentamiento, el derecho que no vende el judaísmo a los empresarios y la economía israelí a Amir Peretz y el Histadrut, el derecho que no levanta las manos de la lucha para eliminar a los infiltrados y rehabilitar los barrios».
Desde el Likud respondieron: «Es lamentable que la derecha no forme parte del gobierno». Sin embargo, también criticaron la decisión del frente comandado por Bennett. «Si la derecha hubiera logrado otro ministerio ¿sería un gobierno de derecha?».
Además, en el Likud agregaron que «este es el primer gobierno en la historia del estado en aplicar la soberanía sobre Judea y Samaria, y es desafortunado que no sea parte de él solo por las luchas internas dentro de él por la distribución de ministerios».
A pesar de las criticas a Yamina, aún mantienen esperanzas de que reviertan su decisión. «Esperamos que regresen, muestren responsabilidad nacional e ingresen al gobierno que liderará un curso histórico en la historia del sionismo», dijeron en el Likud.