Era hija de Emmeline y Berman Bernays. Su abuelo, Isaac Bernays, fue el Rabino jefe de Hamburgo y pariente del poeta romántico alemán Heinrich Heine, a quien Heine menciona con frecuencia en sus cartas. Las familias Bernays y Freud se conocían muy bien, aunque estos últimos eran judíos más liberales. Su hermano mayor, Eli, se casó con la hermana menor de Freud. Martha era tía de Edward Bernays, famoso publicista estadounidense nacido en Austria y «padre de las relaciones públicas «. Sus primos maternos eran los hermanos Julius Philipp y Oscar Philipp, fundadores de Philipp Brothers, que se convirtió en la empresa de comercio de metales más grande del mundo.Sigmund Freud y Martha se conocieron en abril de 1882 y después de un compromiso de cuatro años se casaron el 14 de septiembre de 1886 en Hamburgo.
Las cartas de amor de Freud y Bernays enviadas durante los años de noviazgo, según el biógrafo oficial de Freud, Ernest Jones, “serían una contribución digna a la gran literatura de amor del mundo”. Freud envió más de 900 extensas cartas a su prometida, que registran los altibajos de una relación tempestuosa, marcada por brotes de celos de su parte, así como afirmaciones como “te amo con una especie de encantamiento apasionado”.
Su matrimonio fue muy armonioso: Martha se consoló después de su muerte con el pensamiento de que “en los 53 años de nuestro matrimonio no hubo una sola palabra de enojo entre nosotros”. La pareja tuvo seis hijos: Mathilde, Jean-Martin, Oliver, Ernst, Sophie y Anna.
La joven Martha Bernays era una mujer esbelta y atractiva, a la vez que seductora, inteligente, culta y aficionada a la lectura (como lo fue durante toda su vida). Como mujer casada, dirigía su hogar de manera eficiente y, de hecho, estaba casi obsesionada con la puntualidad y la suciedad. Firme pero cariñosa con sus hijos, difundió una atmósfera de pacífica alegría de vivir en el hogar. Sin embargo, Martha no pudo establecer una conexión fuerte con su hija menor, Anna.
La hermana menor de Bernays, Minna Bernays, estaba muy unida a la joven pareja y se mudó con ellos en la década de 1890 para establecer lo que (en broma) se ha llamado un ménage à trois. Sigmund y Minna a veces iban de vacaciones juntos; y periódicamente se ha sugerido que, de hecho, se convirtió en la amante de Freud. Jung, por ejemplo, informó (al final de su vida) que de Minna “se enteró de que Freud estaba enamorado de ella y que su relación era realmente muy íntima”. Los opositores señalan la improbabilidad de que tal traición tenga lugar entre hermanas tan cercanas como Minna y Martha, especialmente dadas las costumbres de la época.
Freud describió a Martha como completamente buena, mientras que él y Minna eran más obstinados y salvajes; y para bien o para mal su compromiso con la moral convencional, el deber doméstico y los valores familiares era claro.
Durante la prolongada enfermedad de cáncer de boca de Freud, Martha lo cuidó abnegadamente durante muchos años.
Martha Freud murió en 1951. Fue incinerada en Golders Green Crematorium y sus cenizas se colocaron en Freud Corner, en la misma urna funeraria griega antigua que contiene las cenizas de su esposo.
Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.