En total 39 partidos concurren a las elecciones, pero solo 10 u 11 pasarán el umbral mínimo del 3,25 % de votos (o cuatro escaños) para entrar en la Knéset (Parlamento israelí).
Estas son las principales formaciones:
– Likud: Partido de derecha, liderado por Benjamin Netanyahu, actual jefe de la oposición y ex primer ministro, el más longevo de la historia de Israel con 15 años en el poder (1996-1999 y 2009-2021). Las encuestas indican que ganaría en las urnas, con entre 30 y 31 escaños, aunque tiene difícil aunar una coalición que le devuelva al poder. El bloque pro-Netanyahu se estanca en los últimos sondeos en 60 escaños, a uno de la mayoría en una Knéset de 120.
– Yesh Atid (Hay Futuro): Formación de centro, encabezada por Yair Lapid, primer ministro en funciones y principal referente del bloque anti-Netanyahu, que logró formar el «Gobierno del cambio» que lo derrocó en junio de 2021. Se consolidaría como segunda fuerza, con entre 24 y 27 diputados, muy por encima de los 17 de los últimos comicios. Es la alternativa más realista a Netanyahu, pero su bloque se quedaría en 56 escaños.
– Sionismo Religioso: Coalición de tres formaciones de ultraderecha populista, liderada por Bezalel Smotrich. El segundo en la lista es Itamar Ben Gvir, líder del partido Poder Judío, abanderado del supremacismo judío antiárabe en alza. Se consolida como la tercera fuerza con 14 escaños, más del doble de los 6 que obtuvo en 2021, dándole un papel clave para la formación de gobierno del bloque pro-Netanyahu.
– Unidad Nacional: Es una alianza de partidos de centro-derecha conformada por Azul y Blanco, del actual ministro de Defensa, Benny Gantz, y Nueva Esperanza, de Guideon Saar, un desertor del Likud y ministro de Justicia. Se ubican en el bloque anti-Netanyahu, pero los analistas no descartan una posible alianza con él. Los sondeos le dan 11 escaños.
– Shas: Partido ultraortodoxo que representa a sefardíes y mizrajíes, y aboga por un sistema de educación religiosa financiado por el Estado y una mayor influencia de los mandamientos de la Torá en la sociedad y política israelí. Se declara sionista. Apoyaría al bando pro-Netanyahu, con quien ya han gobernado en el pasado, y las encuestas le dan 8 escaños.
– Judaísmo Unido de la Torá (JUT): También ultraortodoxo, en este caso representante de los asquenazíes. Aglutina la facción jasídica «Unión de Israel» y «Bandera de la Torá». Defiende posturas semejantes a Shas, pero a diferencia de esa formación, JUT no es sionista y no tiene una opinión formal sobre el aumento de los asentamientos en Judea y Samaria (Cisjordania). También apoya el bando pro-Netanyahu y los sondeos le dan 7 escaños.
– Israel Nuestro Hogar: Formación de derecha laica, que tiene entre su base de votantes a los 1,3 millones de rusoparlantes. Se ubica en el bando anti-Netanyahu y su líder, Avigdor Liberman, ocupó la cartera de Finanzas con el «Gobierno del cambio», aunque en el pasado fue titular de Defensa y Exteriores en diferentes gobiernos de Netanyahu. La llegada de unos 40.000 refugiados de Rusia y Ucrania que se han nacionalizado por sus raíces judías, puede darle un impulso. Las encuestas le dan entre 6 y 7 escaños.
– Laborismo: Partido de centro-izquierda de Israel, liderado por Merav Michaeli, abanderada del feminismo. Las encuestas le dan unos 5 escaños, el peor resultado de la historia del partido que fue clave en la fundación del Estado de Israel y el dominante durante décadas.
– Meretz: Es el partido sionista más a la izquierda del arco político, defensor de las causas progresistas y sociales, de los derechos LGTB y que se define como pacifista. Es la formación no árabe más partidaria de retomar las negociaciones con los palestinos y acabar con el control israelí de Cisjordania. Ante la progresiva falta de apoyos, para estas elecciones han recuperado como candidata a su antigua líder Zehava Galon. Los sondeos les dan entre 4 y 5 escaños.
– Raam: Formación islamista que el año pasado se convirtió en el primer partido árabe en formar parte de un Ejecutivo israelí. Propone un modelo de influencia desde dentro y tiene como principal objetivo mejorar las condiciones de vida de la población árabe. Su líder es Mansur Abbás y los 4 diputados que le asignan las encuestas irían para el bloque anti-Netanyahu.
– Hadash-Tal: Coalición de partidos árabes liderada por Ayman Odeh y que representa a un segmento de la minoría árabe-israelí menos pragmático que Raam, pero ideológicamente más moderado que la formación nacionalista Balad sobre el conflicto palestino-israelí. Las últimas encuestas le otorgan 4 escaños, rozando el umbral, y es poco probable que apoye a ningún bando para formar gobierno.
– Balad: Es el partido árabe con las posiciones respecto al conflicto con tintes más extremistas y nacionalistas y, al igual que Hadah-Tal y Raam, aboga por el fin del control israelí de Judea y Samaria (Cisjordania). Su líder es Sami Abu Shehadeh y las encuestas indican que no obtendría el 3,25 % mínimo de votos para entrar al parlamento, pero los últimos sondeos sí reflejan un aumento progresivo de sus apoyos, por lo que podría haber sorpresas.
– Hogar Judío: Formación de derecha que busca representar al ala menos radical de los votantes del nacionalismo religioso. Está encabezada por Ayelet Shaked, actual ministra de Interior y que heredó el liderazgo de esta facción tras la reciente salida de la política del ex primer ministro Naftali Bennett. Apoyaría al bloque de Netanyahu pero según las encuestas tampoco cruzaría el umbral mínimo de votos. EFE y Aurora