Brian Fincheltub, judío venezolano, ha sido parte desde hace años de la actividad política de la oposición. Según fuentes cercanas a Aurora, Fincheltub estuvo involucrado en las últimas horas en el enlace para conseguir el esperado reconocimiento de Israel al gobierno legítimo de Venezuela.
Al igual que el actual presidente interino, Juan Guaidó, Fincheltub es parte de la llamada «Generación 2007» – una generación de jóvenes líderes venezolanos que llevaron al país a la primera victoria opositora desde la época de Chávez y que hoy en día son la generación del cambio.
Brian estuvo involucrado desde diferentes esferas en la lucha opositora. Un fuerte activista social que trabajó desde la alcaldía de Sucre para apoyar a los más necesitados y que se perfilaba como el próximo alcalde de ese municipio.
Desde finales del pasado año, Brian se encuentra forzosamente en el exilio ya que el régimen de Maduro está persiguiendo y encarcelando a los líderes de su generación, aunque también desde el exterior ha estado trabajando incansablemente por el cambio en Venezuela, con la esperanza de volver pronto.
Aurora tuvo la oportunidad de conversar con Brian sobre la situación de Venezuela y el reconocimiento de Netanyahu a Juan Guaidó, el presidente interino, el único líder elegido democráticamente que ejerce como presidente de la Asamblea Nacional.
A: Las relaciones de amistad entre Venezuela y los judíos se remontan a la época de Bolívar donde varios judíos ayudaron a participar en la lucha por la independencia. Luego, Venezuela fue uno de los pocos países que abrió sus puertas a quienes huían de la barbarie Nazi. ¿Cómo crees que el pueblo venezolano ve la relación con Israel y el anuncio de hoy?
BF: Además de lo mencionado es importante destacar que Venezuela fue también de los primeros en reconocer a Israel como país y ambos han sido aliados históricos.
Es importante ahora que Israel haya tomado la iniciativa de reconocer al nuevo gobierno y sumarse a la mayoría del mundo. En primer lugar, por la trayectoria que hay entre ambos pueblos.
En segundo lugar, porque para Israel y los países democráticos debe resultar inaceptable lo que hace el régimen de Maduro y deben diferenciarse de cualquier país que sea apoyado por organizaciones como Hezbollah y Hamas, sobre todo en un caso como el de Israel.
Pero sobre todo, si uno revisa la historia contemporánea de nuestro país, grandes obras de Venezuela y grandes cosas que luego no se siguieron, fueron hechas con tecnología israelí. En su momento la formación a militares y grupos policiales, plantas de tratamiento de agua en varios estados del país y decenas de otras cosas.
Ahora que Israel se ha convertido en una potencia tecnológica, saber que contamos con el respaldo del gobierno de Israel, nos da más seguridad para la recuperación de Venezuela.
A: ¿Qué papel puede jugar realmente Israel en la recuperación de Venezuela?
BF: De pequeños nos enseñaron a juntarnos con los mejores, no con los peores. Pero Venezuela ha tenido un gobierno que se ha juntado con los peores y todo ha bajado a los peores estándares.
Ahora queremos estar a la altura de los países de primera. Nos vamos a unir con los mejores de los mejores para reconstruir el país. En ese sentido toda la tecnología de Israel en materia de agua, de seguridad, de reciclaje, protección al medio ambiente, tecnología, la podamos aplicar a la reconstrucción de Venezuela.
A: ¿Qué opinión tienes del reconocimiento de Israel como judío venezolano?
BF: Mi opinión personal, como judío y venezolano, es que este gobierno una de las cosas que ha hecho indirectamente es destruir a la comunidad judía, una de las más bonitas que existía en el mundo, que en el pasado ayudó muchísimo a Israel y a otras comunidades en el mundo y hoy es una comunidad dispersa. Hay más judíos venezolanos que han tenido que irse que los que quedan en Venezuela y los pocos que quedan están pensando adónde se van.
La comunidad tiene que estar muy contenta porque un cambio haría que muchos que se han ido vuelvan y ayuden a reconstruir el país con ese conocimiento que han acumulado en el exterior. Todavía estamos a tiempo. Mucha sería la gente que volvería.
A: ¿Cuál es la importancia del reconocimiento de Israel al presidente Guaidó?
BF: En primer lugar, Israel ha sido atacado directamente por el gobierno y el régimen desde la época de Chávez y hasta maldecido. Incluso se cortó la relación entre los países y el régimen se convirtió en amigo de todos los enemigos de Israel.
Si el Estado de Israel no se pronunciaba ante esto, sería un error porque sería, sin querer, apoyar a los que hacen el mal. El estado de Israel se puso del lado del bien y es un ejemplo para el mundo de que todos los países están del lado del bien y unidos para la reconstrucción.
Además, más allá de eso, es un tema de seguridad nacional. Durante años en Venezuela han existido campamentos terroristas donde se entrenaban en Margarita, en el oriente del país e incluso se escuchó que Irán estaba extrayendo uranio de Venezuela. Además hubo hasta un vuelo directo bastante sospechoso entre Teherán y Caracas que ni siquiera tenía pasajeros. Venezuela es un país que tiene muchos recursos, que está en una ubicación estratégica y que hasta hace poco ha estado usando todos sus recursos y talento para apoyar al terrorismo.
Ahora unos de los pocos que salieron a reconocer a Maduro fueron Hezbollah y Hamas.
A: ¿Qué está pasando y qué va a pasar ahora en Venezuela?
BF: Estamos en un proceso muy delicado porque durante muchos años la gente que hoy está en el gobierno fue mayoría, pero desde el 2015, cuando nosotros ganamos claramente la Asamblea Nacional, ellos dejaron de ser mayoría y desde entonces cada vez más se han convertido en una dictadura.
Pero una cosa es lo que dice la ley y otra cosa es tener la fuerza para hacerlo realidad. La gran diferencia esta vez ha sido el respaldo irrestricto, frontal, de la comunidad internacional que ha dicho que no va a aceptar un gobierno usurpador en Venezuela, sobre todo de Estados Unidos que ha sido el líder en este proceso.
Todo ese apoyo que se ha ido gestando nacional e internacionalmente nos ha dado la facultad de tener cada vez más la fuerza para poderlo ejercer. El apoyo internacional nos ha dado la fuerza para poder pararnos de frente a la dictadura.
Hoy en toda Venezuela se está entregando una ley de amnistía que fue aprobada de forma unánime en el parlamento y que está dirigida a todos los funcionarios públicos, militares y civiles, para que colaboren con la restitución del hilo democrático.
Los funcionarios han tenido que cometer delitos, muchos de ellos por miedo, nosotros sabemos que está todo dado para que haya un cambio de poder, solo falta que la Fuerza Armada se ponga del lado del pueblo. Algunos no lo han hecho porque tienen miedo que hayan después represalias contra ellos.
Hoy estamos entregando en toda Venezuela el proyecto de la amnistía para que todos los funcionarios militares sepan que se les va a defender.
A: ¿Cuáles son los próximos pasos?
BF: Hay una ruta muy clara: cese del gobierno de usurpación, gobierno de transición, elecciones libres. Eso es lo que estamos buscando para Venezuela, eso es lo más sano.
Vamos a tener elecciones con apoyo de la comunidad internacional, en un plazo mínimo de 6 a 9 meses ya que tenemos que reformar un sistema electoral corrompido. La ruta está clara y es sana y habrá justicia, pero más que llegar a perseguir o torcer brazos, nosotros llegamos a estrechar manos para trabajar con todos a reconstruir el país.
Si llegamos con ánimos de revancha, persecución u odio, lo que vamos a traer es más daño para el país.
Hoy más del 75% de las familias venezolanas tienen un miembro afuera y la gran mayoría lo que quieren es que se acabe esta pesadilla para empezar a reconstruir este país.
A: ¿Qué mensaje tienes para los venezolanos y los lectores de Aurora?
BF: Tenemos prohibido fallarle a Venezuela. Hay que construir desde ya las alianzas que nos van a permitir recuperar el tiempo perdido para volver a ser una potencia en América Latina, en el mundo y aliados en todas las buenas causas que permiten que el mundo tenga paz y no guerra.
Para Israel tengo un mensaje claro: queremos restablecer las relaciones entre nuestros países.
