Con los avances tecnológicos, Israel, que posee el 60% de su terreno desértico, puede producir toneladas de alimentos en sus tierras y se convirtió en un exportador de alimentos. A pesar de eso, fue un año difícil para la producción de zanahorias.
Las razones son muchas: la fortaleza de la moneda local, la casi nula posibilidad de exportar a Europa y la guerra que afecta al principal mercado de exportación, Rusia, así como el fuerte aumento de los costes de transporte y de los insumos.
«Este año es uno de los más duros para el sector israelí de la zanahoria. Las exportaciones agrícolas en general sufrieron en todo el mundo, pero tratándose de un producto básico como las zanahorias y las patatas, se ha sufrido aún más debido a los escasos márgenes», afirmó Amir Porat, director general de Gezer Shluhot, un productor y exportador de zanahorias ecológicas y convencionales fundado en 1949, que se considera pionero en este sector en Israel.
«El séquel es demasiado fuerte. Todo lo que se exporta, sufre. Dentro de los productos perecederos, cuanto más básico es, más sufre. En el sector de la zanahoria jugamos con márgenes ínfimos. La moneda local es demasiado fuerte para nosotros. También tuvimos un año alterno para que los campos descansaran, en el que no pudimos plantar ni cultivar como un año normal”.
Y añadió: “Eso influyó en el mercado local, que bajó un 20-25%, ya que el mercado israelí tuvo que importar de otros orígenes. El mercado local se vio perjudicado, y todos los costes aumentaron drásticamente. Ahora cuesta entre un 25% y un 30% más al año cultivar productos, algo que experimentan los productores de todo el mundo, pero es muy dramático que todo tenga lugar en un año. En cuanto a la logística, los costes son aún más elevados, ya que, por ejemplo, la temporada pasada enviar un contenedor a Estados Unidos costaba 3.000 dólares, y ahora entre 10 mil y 12 mil dólares», explicó Porat.
Por otro lado, aclaró: «En nuestros mercados de exportación en Europa hubo altos rendimientos y quizá una temporada récord. No necesitaron mucho apoyo con las importaciones durante su temporada. Esto nos dejó con el mercado ruso, que se llevó el 50% de nuestras exportaciones. La temporada ha quedado atrás, al final conseguimos exportar casi como estaba previsto. Cada semana nos tocaba averiguar las nuevas restricciones, cuáles serían las próximas normas; hubo muchos cambios en las líneas marítimas, clientes cancelados, etc.”.
Por último, hay una gran chance y crecimiento de las zanahorias bebé listas para comer de primera calidad. Ofrecen una cadena de comida rápida líder en el mundo en todo Israel, así como en las escuelas.
Maravilloso.
Quizás exportar jugos de zanahoria o su mezcla con jugos citrícos para consumos en envases de larga vida, o simplemente pulpa envasada para su uso en gastronomía pudieran ayudar, en algo, para desarrollar un mercado mas masivo en el uso de éstos como ingrefientes en muchas preparaciones culinarias . Nada nuevo seguramente pero valdría la pena considerar.
Las maestras llamaban zanahoria a chicos que no rendian en clase, apodo levemente menos ofensivo que burro. Pero el gobierno ultraderechista israeli esta formado por burros y zanahorias, corruptos mentirosos y racistas, algunos de ellos enjuiciados y condenados.