El primer ministro en funciones, Yair Lapid, condenó la decisión del Gobierno de Australia, liderado por el laborista Anthony Albanese, de dejar de reconocer a Jerusalén Oeste como capital de Israel -contrariamente a su antecesor-, una “decepción” para el Ejecutivo israelí que convocó al embajador australiano para que clarifique la cuestión.
Lapid calificó la medida como “una respuesta apresurada a las noticias incorrectas en los medios”, y añadió que “solo podemos esperar que el gobierno australiano maneje otros asuntos de manera más seria y profesional”.
“Jerusalén es la capital eterna y unida de Israel y nada cambiará eso”, insistió.
El Ministerio de Exteriores, que Lapid también encabeza, apuntó que Israel “expresa su profunda decepción” por la decisión, indicando que es consecuencia de consideraciones políticas cortoplacistas”.
El intendente de Jerusalén, Moshé Lion, también dijo que lamentaba escuchar la decisión australiana.
“Jerusalén unida ha sido y seguirá siendo para siempre la capital de Israel. Declaraciones de ese tipo no avanzan en nada y no aportan nada”, puntualizó Lion.
En cambio, la Autoridad Palestina (AP) recibió con satisfacción la decisión australiana.
“Saludamos la decisión de Australia con respecto a Jerusalén y su llamado a una solución de dos Estados en conformidad con el derecho internacional”, expresó el ministro de asuntos civiles de la AP, Hussein al Sheikh.
Al Sheik elogió la declaración de Australia de que “el futuro de la soberanía de Jerusalén depende de una solución permanente basada en el derecho internacional”.
Australia cambió su política respecto al conflicto palestino-israelí durante el mandato de Morrison, quien anunció en diciembre de 2018 el reconocimiento de Jerusalén oeste como la capital de Israel, siguiendo los pasos del entonces presidente estadounidense Donald Trump.
Trump reconoció a Jerusalén como capital israelí en diciembre de 2017, y trasladó a la Ciudad Santa su embajada al año siguiente; algo que luego también hicieron Guatemala, Honduras y Kosovo. La de Paraguay se trasladó en mayo de 2018, pero dio marcha atrás cuatro meses después.
A diferencia de EEUU, Australia mantuvo en todo momento su embajada en Tel Aviv, aunque sí abrió en la parte occidental de Jerusalén una oficina de comercio y seguridad, algo que a posteriori también han hecho Colombia y Ecuador.
El actual líder de la opositora coalición liberal-nacional, Peter Dutton, evitó hoy profundizar sobre la decisión del actual ejecutivo al asegurar a los medios que revelarán su posición «antes de las próximas elecciones», previstas para 2025.
Australia reconoce a Israel desde 1949 y mantiene relaciones con la Autoridad Palestina (AP), pero no la reconoce como Estado, en tanto que mantiene su compromiso con una «solución negociada».
La primera ministra británica, Liz Truss, también ha expresado su intención de trasladar la embajada del Reino Unido de Tel Aviv a Jerusalén, en una reunión con Lapid en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York en septiembre, lo que ya provocó la reacción de condena tanto de la AP como de Hamás, el grupo terrorista islámico palestino que gobierna con puño de hierro la Franja de Gaza.
(Con información de EFE)
Con este comentario de Canberra debilita la zona en conflicto y da aque mas naciones tomen una decisión incorrecta , y pone ala nación en conflicto oscuro ante el mundo .
Pero, mis amigos ¿No hay alguna mujer que le haga callar un poco a don Lapid? Si a cada ladrido y gatos que le maúllan va a desaforar la garganta ¡Va a enfermar!. Todos sabemos que la historia final de Israel está en las manos de DIOS Don Lapid y alcalde a TRABAJAR (como albañil, sino se cae…).Saludos.
Jerusalem es la capital de Israel le pese a quien le pese. A cuidarse las espaldas con naciones traidoras como Australia.