por Dr. Israel Jamitovsky
Dedicado a evocar la memoria de mi extinto padre Dr. Marcos Jamitovsky (de bendita memoria) al cumplirse en estos días 42 años de su fallecimiento
Es de público conocimiento la enorme variedad y riqueza de las Hagadot de Pesaj, es decir del texto que relata la salida del pueblo de Israel de Egipto y obviamente la oportunidad se presta para abordarlas ante la inminente cercanía de la Pascua Hebrea. Comienzo señalando que los manuscritos hebreos ilustrados comienzan a ver la luz hacia fines del siglo 13 y principios del siglo 14 en tanto que las Hagadot de Pesaj impresas ven la luz y son editadas a partir del siglo 15.
En la oportunidad intentaré encarar brevemente una Hagadá por cierto singular. Se trata de la Hagadá de las Cabezas de Pájaros, hasta por el rótulo tan especial suscita la atención y por ende cabe reflexionar en torno a su perfil. Se trata de un manuscrito elaborado en Alemania a final del Siglo 13 y configura la Hagadá Askenazí más antigua del acervo judaico, que se conservó íntegramente y que es actualmente exhibida en el Museo de Israel en Jerusalén. Su tan particular denominación se debe a que aparece profusamente ilustrada en la que afloran figuras humanas acompañadas de pájaros sobre sus respectivas cabezas, fenómeno por cierto inusual.
El manuscrito posee 94 páginas, 27 centímetros de largo y 18.2 de ancho, originalmente contaba 50 páginas dividida en cinco capítulos, en la actualidad cuenta con 47 páginas. La mitad de esta Hagadá está ampliamente ilustrada.
Respecto al autor de su escritura se estima que su nombre de pila era Menajem, habida cuenta que las palabras que componen este nombre afloran destacadas y enfatizadas en esta Hagadá al señalar el término munajim en hebreo.
La Hagadá aparece vastamente ilustrada y en colores, en su mayoría en los márgenes del texto. Partes de las ilustraciones abordan eventos del texto bíblico, como el sacrificio de Isaac, la salida de Egipto y la entrega de los Rollos de la Ley. Otras como era de esperar, aluden a los distintos signos característicos de esta noche tan especial en la tradición judía: comidas típicas , el lavado ritual de las manos, el ocultamiento del afikomán(trozo del pan ácimo que se oculta y que los niños de la familia tienen que ubicarlo una vez culminada la cena pascual) en tanto parte del ritual de la lectura de la Hagadá.
Nada está librado al azar y sus páginas reflejan los perfiles de la época. Los hombres aparecen con los sombreros típicos que los varones judíos estaban obligados a portar en la Edad Media en la cual se elaboró esta Hagadá. Detalle interesante a reseñar es que los pájaros no aparecen delineados en figuras gentiles como el Faraón, pero en este espacio los rostros de los humanos afloran aunque aparecen cubiertos.
Como era de esperar, la pregunta que emerge es a qué se debe, cual es la razón de la presencia de los pájaros encima de las cabezas de los judíos y en este espacio se tejieron distintas elaboraciones. La explicación de mayor recibo es que en el Judaísmo Asquenazí se abstenían de delinear rostros humanos ante la prohibición bíblica de erigir imágenes, estatuas e ídolos.
Esta aproximación asoma en manuscritos hebreos de la época, en los cuales sus autores se abstuvieron de delinear rostros humanos y en su lugar afloraron figuras de animales o un rostro amorfo y carente de sus signos característicos. La explicación vertida por algunos exégetas es que los hijos de Israel al abandonar Egipto se asemejaron e identificaron con las águilas, tal como aflora expresamente en distintos versículos bíblicos del Éxodo y del Deuteronomio
Otra explicación vertida fue que el águila configuraba el símbolo del Emperador de Alemania y el uso por parte de los judíos, reflejó la voluntad de patentizar claramente su identificación con el Imperio. Sin perjuicio de ello, su lectura e interpretación fueron ampliamente cuestionadas.
La historiadora Ruth Malinkoff en su libro Odio antisemita con signos hebreos, manuscritos ilustrados de la Edad Media Alemana detenta una postura radicalmente diferente. Las figuras judías delineadas no son más que grotescas caricaturas antisemitas que apuntaban claramente a poner en ridículo al judío. Acorde a esta historiadora, las ilustraciones fueron obra de artistas cristianos y la figura del pájaro encima de las cabezas de los judíos, configura una evidente insinuación a la nariz alargada y ojos grandes que antisemitas en su fobia atribuyeron a los judíos. Para fortalecer su lectura y postura, sostiene esta historiadora que en parte de las ilustraciones afloran en dichos judíos oídos de chanchos. Amén de ello-acota Malinkoff- el hecho de que sobre sus cabezas se asentaron aves de rapiña-ritualmente impuras y prohibidas acorde a la tradición religiosa-acentúa aún mas el signo antisemita del antedicho manuscrito.
En cambio el historiador Meyer Schapiro que prologó la primera copia exacta de la Hagadá editada por M. Spitzer en 1965 en Israel, sostuvo que las ilustraciones de esta Hagadá lejos de ser antisemitas, dignifican la imagen del judío en distintos espacios.
¿A quien perteneció la Hagadá?
En realidad, nadie sabe a ciencia cierta , quien fue el primer propietario de esta singular Hagadá.En su encuadernación se señala que en 1864 fue adquirido por Baruch Benekdit. Una de sus descendientes-Johanna Benedikt- la recibió como regalo de bodas al contraer enlace con el abogado y parlamentario judeoalemán Ludwig Marum quien lo custodió en su estudio.Esta familia residía en la ciudad de Karlsruhe, en el sur de Alemania.
En el año 1934, Marum es detenido por el régimen nazi, su esposa e hijos lograron huir a Francia y en ese momento se desconoce la suerte que corrió el manuscrito. Resurge y reaparece en Jerusalén cuando Herbert Kahn, un judío alemán y proveniente de Suiza se radica en la Tierra de Israel en 1946.Este último desconociendo su enorme valor histórico y religioso la vendió al Museo Bezalel por el monto de 600 dólares americanos y posteriormente esta Hagadá pasó al Museo de Israel en cuyo espacio se exhibe permanentemente hasta el día de hoy.
Como señalé precedentemente, en 1965 la Editorial Tarchich y bajo la dirección de Michael Spitzer edita esta Hagadá suscitando un gran interés en la órbita internacional y posibilitando por primera vez acceder directamente al texto en su totalidad.
A su vez, en 1997 La Editorial israelí Koren publicó junto con el Museo de Israel la Hagadá de Pesaj incorporando ilustraciones de la Hagadá de Las Cabezas de los Pájaros, y acompañando su traducción al idioma inglés.