La clave para superar la pérdida de esperanza en tiempos de guerra

30 noviembre, 2023 ,
Imagen creada por: www.creabranding.es
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Por José I. Rodríguez

El desaliento se entiende como el “decaimiento del ánimo o de la energía para continuar haciendo algo”. La guerra que estamos pasando desalienta hasta aquellos que se les reconoce como inasequibles al desánimo. Todos nos desalentamos en algún momento de nuestra corta vida. Si, la vida es corta tanto que el desaliento no debería ocupar el tiempo preferente que le otorgamos, pero ciertamente hay momentos en los que perdemos las ganas de hacer lo que cotidianamente hacemos. El desaliento forma parte de la vida y solo los que la viven plenamente saben que los tiempos de apatía y pérdida de la motivación nos alcanzarán tarde o temprano.

La guerra en términos generales se relaciona con sangre, sudor y lágrimas, pero la guerra de desgaste que enfrenta Israel contra el terrorismo de Hamás es además psicológica, cruelmente psicológica. Las últimas noticias sobre la situación de los secuestrados, de los cuales estamos pendientes día y noche, nos generan un río revuelto de emociones y sensaciones que van del extremo dolor hasta una especie de euforia, pasando por la sensación de miedo, angustia y preocupación. No descansamos de día y cuando intentamos descansar de noche padecemos insomnio acompañado de desesperación. Los síntomas sin la menor duda de toda esta presión emocional son compartidos por la inmensa mayoría de los hombres y mujeres que son sensibles por no tener la conciencia cauterizada.

Las personas sensibles son las que más tienden a desalentarse, desgastarse y deprimirse lo cual indica que son personas y no objetos inanimados carentes de razón y de corazón. El desaliento es una característica de las personas sensibles que ven la realidad y se conmueven. Los espejos solo reflejan el aspecto exterior de una persona, pero la sensibilidad refleja los sentimientos y las emociones que nos definen como personas. Si esta guerra no te desalienta, desgasta y deprime es que no eres persona. El hecho que tengas sentimientos encontrados, frustraciones, miedos, ansiedades y un largo listado de emociones que nos llevan de un lado al otro son la demostración palpable de que estamos vivos, conscientes de la realidad y con perspectiva de futuro.  

La dramática guerra en la que Israel está inmerso no es nueva, pero sí que tiene una duración limitada lo cual significa que terminará algún día. La historia de Israel ya está escrita en el único libro eterno inspirado por el Eterno, por tanto, el desaliento solo puede ser temporal. No hay desaliento, desgaste o depresión que pueda ser eterna. La clave para vencer el desaliento en tiempo de guerra es saber que todo tiene su hora y su tiempo. No le demos la ventaja a la angustia de sitiar nuestra vida pensando que nos va a faltar el agua y el alimento de la esperanza.  

La esperanza no se pierde somos nosotros los que perdemos la esperanza. Las llaves de casa o del coche no se pierden somos nosotros los que las perdemos. En otras palabras, nadie tiene la culpa de cómo nos sentimos o nos perdemos en el mar de la desesperanza. Si le damos la autoridad a otros de manejar nuestros sentimientos nos llevarán por el tortuoso camino del desaliento emocional, el desgaste también físico y de la depresión conducente a la pérdida de la maravillosa esperanza.

El futuro está en nuestras manos, por muy tópico que suene, pero implica aceptar que hay momentos en los que estamos arriba en el cielo de la esperanza y otros en el infierno de la apatía que nos impide hacer lo que debemos hacer. Los secuestrados después de cincuenta días de estar en manos de Hamás y sufrir todo tipo de maltrato no les ha impedido sonreír, aunque los apuntaran con un arma, ni mantener la frente alta ante el teatro de los terroristas de parecer humanos a los ojos de la prensa. El ejemplo de firmeza emocional que vemos en los secuestrados nos debe motivar a la acción del día a día, además de tener esperanza en un futuro mejor y mejorable.  

La esperanza de ver tiempos mejores no se puede perder en los peores tiempos que le ha tocado vivir a un pueblo pequeño en extensión, pero grande en pasión, esperanza y fe. La historia nos da la razón, por tanto, tendremos la victoria en la guerra contra Hamás y contra nosotros mismos doblegando los sentimientos que intentan hacernos caer en las oscuras arenas movedizas del desánimo. Por eso hemos de decir: Lo que está bien, está bien, pero lo que está mal también estará bien. La clave para superar la pérdida de esperanza en tiempos de guerra es bendecir de nuestros adentros hacia afuera, que no es otra cosa que hablar bien y positivamente para que todo esté mejor. Hazlo saber. 

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3 thoughts on “La clave para superar la pérdida de esperanza en tiempos de guerra”
  1. Creo que un país con 800 mil soldados, tecnología de última generación, cientos de aviones , y hasta bombas nucleares no tendría estos problemas. Pasa que no hay futuro en la región, con una sociedad dividida y una guerra estancada y por ahora perdida por debilidad moral.

  2. No me publicaron el comentario. Sólo dije que Israel no debe reflejar lo que se dice acá siendo que tiene un ejército de 800 mil soldados y armas nucleares. O sea, seamos sensatos y no hagamos «humo».

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