Israel batió este jueves un nuevo récord de contagios diarios de COVID-19 con más de 3.000 casos registrados ayer, otro máximo por tercer día consecutivo, mientras sus autoridades se plantean nuevas restricciones para aplanar la curva.
El Ministerio de Salud registró ayer 3.074 positivos nuevos, en tanto que el número total de fallecidos es de 969.
Desde el inicio de la pandemia en marzo, Israel registró más de 122.000 casos. Casi 24.000 se encuentran activos, hay más de 400 enfermos ingresados en estado grave y 118 se encuentran conectados a respiradores.
El gabinete gubernamental de coronavirus estudiará hoy imponer medidas más estrictas de cierre en las localidades con tasas más altas de contagios, las denominadas «zonas rojas», según la emisora pública Kan.
El coordinador nacional de la pandemia, Ronni Gamzu, también advirtió de que, si las infecciones no bajan en los próximos días, se deberá volver a medidas de cierre más duras en todo el país.
Entre mediados de septiembre y octubre en Israel se celebrarán algunas de las festividades judías más importantes del año, cuando las familias se juntan en los días señalados, lo que preocupa a las autoridades por el aumento de contagios que esto podría suponer.
El Gobierno israelí se marcó el objetivo de disminuir las infecciones a cientos de casos diarios para septiembre, pero el país sigue inmerso en una segunda ola de COVID-19 desde fines de junio que aún no consigue controlar.
En agosto estabilizó las infecciones a unas 1.500 diarias, pero los máximos de estos días señalan una tendencia al alza. EFE