Hezbollah escala la situación en la frontera libanesa. El conflicto aún está por debajo del umbral de la guerra

Hezbollah ataca el puesto militar israelí de Al Raheb cerca de la frontera libanesa el 15 de octubre de 2013 Foto: Al Manar

Por Orna Mizrahi

Aproximadamente una semana después del inicio de los incidentes a lo largo de la frontera libanesa que comenzaron por iniciativa de Hezbollah a raíz de la actividad de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza, es evidente una nueva escalada en el alcance y la intensidad de los incidentes, junto con un aumento en el número de bajas (14-15 de octubre). 

Hezbollah sigue permitiendo que elementos palestinos operen contra Israel desde el sur del Líbano. 

En el fondo, continúa la coordinación entre Hezbollah y sus socios en el “Frente de Resistencia”, encabezado por Irán (cuyo ministro de Exteriores está de visita en la región) y los dirigentes de Hamás y la Yihad Islámica Palestina. 

Parece que el principal objetivo de Hezbollah, más allá de mostrar solidaridad con los palestinos y demostrar su voluntad de participar para promover los intereses de Irán, es influir en la actividad militar de Israel en la Franja de Gaza y, ante todo, disuadir a las FDI de entrar por tierra en Gaza señalando que eso podría conducir a la apertura de otro frente en el norte.

A pesar de la escalada de los últimos días, los ataques de Hezbollah siguen siendo localizados y contenidos, y la organización continúa adhiriéndose a la ecuación de respuesta contra las FDI. 

Por ejemplo, la organización se cuida de afirmar que sus disparos están dirigidos principalmente a objetivos militares y se preocupa de que el número de bajas en ambos bandos sea igual. 

Un ejemplo de esto es el ataque de Hezbollah a las cámaras y equipos técnicos instalados en la valla israelí en respuesta a varios ataques de las FDI a las torres de observación de Hezbollah a lo largo de la frontera.

La naturaleza de las actividades de Hezbollah refleja el deseo de Nasrallah de mantener las reglas del juego por debajo del umbral de la guerra. 

Esto se debe a una serie de factores restrictivos conocidos del pasado: la difícil situación en el Líbano, los graves daños que se esperan tras la respuesta de las FDI y el deseo iraní de preservar su fuerza. 

A estos factores se añadieron nuevas consideraciones tras la guerra de Gaza: la pérdida del elemento sorpresa, la disposición y preparación de las FDI para cualquier escenario tras la movilización masiva de los reservistas y la evacuación de comunidades (Israel anunció la evacuación de 28 comunidades cercanas a la valla), y la demostración inequívoca de apoyo de Estados Unidos junto a Israel, al tiempo que amenaza a Hezbollah e Irán con no unirse a la guerra.

Sin embargo, se espera que Hezbollah se esfuerce por mantener una “zona caliente” en el norte durante toda la guerra, y puede haber nuevas escaladas en el conflicto militar a lo largo de la frontera libanesa, dependiendo del desarrollo de la campaña en el sur –y especialmente si las FDI lanzan una incursión terrestre en Gaza-. 

Por lo tanto, en esta etapa no se puede descartar por completo la posibilidad de la apertura de otro frente amplio en el norte por iniciativa de una de las partes o como resultado del continuo deterioro.

Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies

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