En el hotel Sheraton de Tel Aviv se llevó a cabo el festival culinario «A Taste of México» con la participación del chef mexicano Eduardo Pérez quien en una cena inaugural organizada por el embajador de México Pablo Macero, presentó una selección de platos de la cocina tradicional mexicana.
En esta oportunidad se sirvió un menú de tipo casero, tal como se come en los hogares mexicanos que es el que también pudieron probar los comensales que llegaron al restaurante Olive Leaf, del Hotel Sheraton.
En la cena estuvieron presentes el embajador Macero, el cónsul de México Esteban Ramírez González, el Gerente General de Sheraton Sr. Franco Vella, el gerente del Sheraton Tel Aviv, Patrick Mudalige y algunos embajadores: Werner Matias Romero embajador de El Salvador que lleg+o con su pareja Roger. El embajador de Suecia Magnus Hellgren, entre otros.
Como el encuentro era en el festejo de Janucá se procedió a encender la vela ritual. El menú servido en la inauguración consistió en empanadas de hongos, ceviches, Sopa Conde crema de judías negras, Pollo al estilo Maya con especias de semillas rojas y de postre Helado de batata estilo abuela. A los comensales del restaurante se les ofreció un menú más completo: Pollo pibil, pescado estilo ajillo, bife de tortitas, costillas de ternera, afrijoladas, enchiladas.
El Chef Eduardo Pérez Romero (38), nacido en Mérida Yucatán, una región famosa por su rica tradición cultural y gastronómica. Eduardo se formó como chef en la ciudad de México y durante muchos años ganó gran experiencia llevando la gastronomía mexicana por todo el mundo, visitando y cocinando en sitios como Bélgica, India, Indonesia, Etiopía y China. Apareció en numerosos shows de tv y es coautor de varios libros de recetas tradicionales de Yucatán.
Nos cuenta que llegó a Israel invitado por el embajador de México Sr. Macero y por el hotel Sheraton, para preparar comida mexicana durante diez días. Se trata de un menú con variedad de platillos, todos cien por ciento mexicanos, con ingredientes traídos de este país.
Declara que en su comida lo que busca es que sea algo tradicional, como la comida de la abuela o de la mamá y no la de los restaurantes. Trata así de preservar los sabores tradicionales de su tierra, que le encanta, y espera que la gente cuando pruebe los platos recuerde emocionada a su abuela, usando precisamente las recetas de su hogar.
Espera que cuando un comensal se siente y pruebe sus platos escuchando música mexicana, entienda que no es una fusión de ningún tipo. Eduardo estudió más de 15 años y en los últimos 5 años viajó mucho. Cuenta que le gustó mucho la comida israelí es decir por ahora especialmente los platos fríos como el humus. Aun no probó la cocina caliente local.
Jajam, sabe lo que le conviene!