Por Israel Kanner
La prensa internacional informó de la visita como la primera salida de Xi de las fronteras de China después de 29 meses en los que permaneció en Beijing y se recluyó en áreas protegidas de COVID.
Sin embargo, las declaraciones de Xi y del partido respecto a Hong Kong sugieren que para ellos esta visita se realizó en el territorio de China y no es una salida de las fronteras del país.
La llegada de Xi a Hong Kong marcó la celebración del medio jubileo de su regreso a manos chinas, luego de 156 años de dominio británico.
Hablando en la inauguración, Xi enfatizó que las relaciones entre China y Hong Kong deben continuar funcionando bajo el marco de «un estado, dos sistemas», que fue presentado en una declaración conjunta de China y Gran Bretaña en 1984, donde se acordó que los habitantes de la ciudad podrían mantener el sistema político, legal y económico de Hong Kong desde 1997 hasta 2047.
Cuando Xi Jinping arribó al poder en 2012, puso en el centro la idea de soberanía e integridad del territorio chino y, bajo su supervisión, el partido abrió con una serie de medidas concebidas para recuperar el control de la ciudad.
Por ejemplo, en 2014, el partido publicó un libro blanco en el que describía su posición sobre Hong Kong y afirmaba que los habitantes de la ciudad tienen autonomía, pero se define como la autoridad para llevar los asuntos de la ciudad de la manera esbozada por el Partido Comunista de China.
En 2017, durante las vigésimas celebraciones del regreso de Hong Kong a manos chinas, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing afirmó que la declaración conjunta firmada con Gran Bretaña en 1984 era un documento histórico cuyas decisiones no eran vinculantes para China.
En los años siguientes, las calles de Hong Kong vieron protestas de activistas por la democracia y los derechos humanos, que se oponían a la expansión de la influencia del Partido Comunista en la ciudad.
Beijing ha tomado una serie de medidas para restaurar la calma en la ciudad, incluida una nueva ley sobre seguridad nacional, que aprobó en junio de 2020.
La ley incluye la integración del sistema político chino en el sistema de Hong Kong, prohíbe cualquier acción de socavamiento de Beijing, y permite a China definir qué es el terrorismo e influencia extranjera.
La ley también incluye la educación obligatoria para el patriotismo, que Beijing definió como el amor a China, al socialismo y al partido.
Hasta noviembre de 2020, unas 10.000 personas habían sido detenidas por participar en manifestaciones.
En el discurso de Xi en la toma de posesión de John Lee, enfatizó que la burocracia que dirige la ciudad debe ser patriótica, es decir, leal a China, al partido y al socialismo.
Estos desarrollos políticos son relevantes para Israel, que mantiene extensas relaciones comerciales con Hong Kong y navega entre los intereses chinos y la presión estadounidense.
En 2021, por ejemplo, el volumen de comercio entre Israel y Hong Kong fue de 3.146 millones de dólares, sin incluir diamantes (0,65 de exportaciones israelíes, y 2,48 importaciones de Hong Kong). La Oficina Central de Estadísticas (OCE), que proporciona estos datos, no consolida los datos comerciales de Hong Kong y China juntos.
Sin embargo, aunque la Oficina presenta los datos por separado, en las tablas que comienzan en 1997, cuando la ciudad volvió a manos chinas, agrega un asterisco que dice que “los datos sobre el comercio con Hong Kong deben agregarse a los datos sobre China”.
Israel debe tener en cuenta que Hong Kong ya no está separado de China y actuar en consecuencia, especialmente con respecto a la exportación de artículos militares o de doble uso, que pueden fluir fácilmente de Hong Kong a China.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Israel apenas controla Judea Samaria y Gaza y se va a meter en China y Hong Kong a opinar???
Es un tema que no puede comentarse a la ligera … pero Taiwan y muchas de sus generaciones nacieron en LIBERTAD ‘. no se les puede obligar a un sistema que no aprueban por Naturaleza.