La realidad de la pandemia de COVID-19 impactó en el proceso electoral. Más allá de la exitosa campaña de vacunación, desde el gobierno se extremaron los recaudos para estos comicios.
Una de las polémicas más grandes estaba en qué hacer con las personas infectadas por coronavirus. Como forma de garantizar la participación de todos los ciudadanos, las autoridades decidieron implementar distintas variantes.
La más particular y movilizante es la de las urnas sanitarias. Con un despliegue logístico monumental, los centros médicos se convirtieron en inusuales escenarios electorales.