El presidente de la Cámara de Baja de EEUU promete invitar a Netanyahu a Washington

Kevin McCarthy y Benjamín Netanyahu Foto: Amos Ben Gershom / GPO vía Flickr

“Espero que la Casa Blanca invite al primer ministro a una reunión, especialmente por el 75 aniversario de (la fundación de) Israel”, dijo McCarthy, luego de que la oficina de Biden asegurara que no prevé invitar a Netanyahu a Washington en un futuro cercano.

McCarthy añadió que de no concretarse la invitación por parte de la Casa Blanca, él mismo la extendería a Netanyahu para que sostenga reuniones bipartidistas con republicanos y demócratas de la Cámara de Representantes.

Netanyahu enfrenta una profunda polarización social en Israel a raíz de una polémica reforma judicial que impulsa su Gobierno.

Esta reforma, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, ha levantado preocupación entre altos funcionarios estadounidenses, y se especula que sea la razón por la cual Netanyahu no ha sido invitado a Washington desde que regresó al poder en diciembre pasado.

“Solo Israel puede decidir lo que quiere hacer. En una democracia, quieres controles, equilibrios y una separación de poderes… pero dejamos que ustedes decidan sobre ello”, dijo McCarthy en una conferencia de prensa en Jerusalén, tras dar un discurso ante el pleno de la Knéset (Parlamento israelí).

Ese discurso, en el que McCarthy reiteró su apoyo a Israel para que Irán no obtenga armas nucleares, es el primero de un presidente de la Cámara Baja estadounidense ante el recinto legislativo israelí en 25 años y el segundo en la historia del Estado judío.

La visita de McCarthy, que comenzó el domingo, coincide con el inicio de las sesiones de verano del Parlamento tras un receso de un mes, en un clima de tensión por la polémica reforma que podría socavar la democracia y ha provocado un histórico movimiento de protesta en el país.

Las multitudinarias manifestaciones en contra de la reforma llevaron a Netanyahu a suspender temporalmente los trámites legislativos de la reforma a fines de marzo y comenzar negociaciones con la oposición, algo que hasta el momento no ha dado frutos.

Uno de los aspectos que más preocupa a los detractores de la reforma judicial es la ley de selección de jueces, que da al Gobierno un poder casi total sobre el comité que los nomina. Además, reduciría drásticamente la capacidad de la Corte Suprema para anular legislaciones.

El líder de la oposición, el ex primer ministro Yair Lapid, dijo en la Knéset que la amistad de Estados Unidos e Israel se funda en «valores comunes, como la democracia, la separación de poderes y el Estado de derecho», y que hará todo lo posible por que Israel sea “un lugar con libertad de expresión y religión, protección de las minorías, prensa libre, un sistema judicial fuerte e independiente”.

La controvertida reforma -que fue abordada por McCarthy durante una reunión con el presidente Isaac Herzog- ha puesto en jaque al gobierno de Netanyahu, que ha perdido gran parte de su popularidad y respaldo social. EFE y Aurora

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