Israel, con un coste de la vida ya de por sí muy alto, vio como todo se encarecía aún más en abril, cuando el índice de precios al consumidor aumentó en un 0,8%, lo que representa un incremento exponencial que supone el doble de lo marcado en la mayoría de proyecciones previstas.
Durante el mes pasado, los precios de las verduras y fruta fresca aumentaron un 4%, el transporte lo hizo en un 2,5%, la ropa y calzado lo hicieron en un 1,9% y la vivienda en un 0,5%. En global, el precio de los alimentos y de los vehículos privados se ha incrementado también en un 0,4%.
El alquiler también está subiendo, y en abril lo hizo en un 0,3%, aunque el aumento para nuevos inquilinos fue mucho más alto, del 9%, mientras que aquellos que firmaron nuevos contratos vieron como sus alquileres aumentaban en una media del 3,6%.
A su vez, se prevé que el índice de precios al consumidor de mayo aumente entre el 0,8 y el 1%.
Esto se debe en parte al aumento este mismo mes del precio de los productos lácteos, también de aquellos cuyos precios están controlados por el Estado, a lo que contribuyó otro aumento de precios también anunciado por los propios fabricantes.
La inflación en Israel se sitúa ahora en un 5% anual.
Con información de agencias.