El Estado Islámico reivindica una cadena de atentados con medio centenar de muertos en Siria

6 septiembre, 2016

 

Medio centenar de personas murieron en una cadena de atentados del grupo terrorista Estado Islámico (EI) contra objetivos gubernamentales sirios y kurdos en distintas partes de Siria, al día siguiente de que los yihadistas perdieran sus últimas posiciones en la frontera con Turquía.

El ataque más mortífero tuvo lugar en la ciudad de Tartús, uno de los bastiones del régimen del presidente sirio, Bashar Al Assad, en la costa mediterránea siria, donde 35 personas perdieron la vida y decenas resultaron heridas, según fuentes oficiales.

La televisión siria precisó que este atentado fue perpetrado con un coche bomba y por un suicida con un cinturón de explosivos en el puente de Arzuna, en la carretera que une Tartús con Damasco.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó a 38 los muertos en ese doble ataque, de los que dieciséis eran efectivos de las fuerzas gubernamentales, catorce civiles y el resto de identidad desconocida.

Además, agregó que el atentado tuvo como blanco un puesto de control del régimen en la entrada sur de la urbe.

Por otro lado, al menos ocho personas murieron por la explosión de una motocicleta bomba en la rotonda de Marshu en la población de Al Hasaka, en el noreste sirio, indicaron medios de comunicación estatales y el Observatorio.

La ONG detalló que entre los fallecidos hay cinco miembros de las «Asayish», las fuerzas de seguridad kurdas.

El director del Observatorio, Rami Abderrahmán, explicó que este ataque se registró en un área bajo el control de los efectivos kurdos en Al Hasaka, ya que esta localidad está dividida en barrios dominados por el régimen y otros en poder de las autoridades kurdas.

Otra ciudad siria que fue blanco de un atentado fue Homs, en el centro del país, donde cuatro personas murieron por la detonación de un coche bomba en el barrio de Bab Tadmur, bajo control gubernamental, informó la agencia de noticias estatal Sana, que citó al director del departamento de Sanidad de la provincia, Hasan Yundi.

El Observatorio confirmó el estallido de un vehículo con explosivos en un puesto de control gubernamental en Homs e indicó que todos los muertos son efectivos del régimen.

Mientras, en las afueras de Damasco, al menos tres personas fallecieron por una explosión, cuyas causas se desconocen, en la zona de Al Sabura, en manos del Gobierno y al oeste de la capital, dijo la ONG.

Sana afirmó que se trata de «un estallido terrorista», que tuvo lugar en la carretera que une Al Sabura y el área de Al Baya.

Asimismo, una bomba estalló en el barrio ubicado entre la rotonda de Al Jalich y la calle Al Masarif, en la ciudad de Al Qameshli, en poder de los efectivos kurdos y en la provincia de Al Hasaka, sin que se registraran muertos o heridos.

Poco después de estos ataques, el Estado Islámico reivindicó la cadena de atentados, a través de la agencia de noticias por internet Amaq, vinculada a los extremistas.

En un comunicado, Amaq aseguró que «seis operaciones de martirio (…) golpearon Damasco, Tartús, Homs y Al Hasaka».

La nota precisó que los ataques fueron simultáneos y que tuvieron como objetivo zonas bajo el control del régimen de Damasco y de las fuerzas kurdas.

Estos atentados se han producido al día siguiente de que el Estado Islámico perdiera las últimas posiciones que le quedaban en la frontera entre Siria y Turquía, a la altura de la provincia de Alepo, tras combates contra brigadas rebeldes sirias respaldadas por la infantería y la aviación turcas.

Tras esta victoria, las fuerzas turcas siguen desplegadas a lo largo de 90 kilómetros del territorio sirio limítrofe con Turquía, reveló un responsable militar prokurdo.

El comandante Abu Amar al Halabi, dirigente de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición armada kurdo-árabe que recibe apoyo de EE.UU., afirmó que hay presencia de tanques de combate turcos en los 90 kilómetros que separan las localidades de Jarablus y de Azaz, en el norte de Alepo.

La fuente añadió que los jihadistas se han replegado hacia el interior del territorio sirio y que ahora están a unos 20 kilómetros de la frontera con Turquía en la población de Al Bab.

Al Halabi advirtió de que el Estado Islámico todavía tiene en su poder más de veinte localidades de Alepo y auguró que las fuerzas turcas «pronto» se dirigirán a Al Bab, feudo principal de los extremistas en la región. EFE

 

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