Israel espera recibir al CEO y cofundador de OpenAI, Sam Altman, la próxima semana. Esta primera visita al país fue anunciada en mayo, momento en el que se informó sobre dos de los eventos en los que formará parte. Aún no se revelaron más detalles de su cronograma en Israel.
OpenAI es la compañía detrás del desarrollo de Chat GPT una de las herramientas de Inteligencia Artificial (IA) más conocidas y utilizadas a nivel global. Se trata de un chatbot que funciona desde 2022, y que permite que cualquier usuario pueda utilizar de manera gratuita el lenguaje de IA desarrollado por la compañía de Altman.
En su visita a Israel, el cofundador de OpenAI visitará el Centro de Desarrollo e Investigación de Microsoft. El gigante de la informática fue uno de los principales inversores para la creación del Chat GPT. Además, se informó que Altman participará en un evento en la Universidad de Tel Aviv.
Su llegada al país forma parte de un “tour mundial” del desarrollador, que ya visitó centros importantes a nivel global como Washington DC, Toronto, Lisboa y Río de Janeiro, entre otros. Además, en el futuro cercano visitará Singapur, Tokio, Melbourne, Nueva Delhi, Dubái y Seúl, entre otras ciudades.
Con ChatGPT, OpenAI y Microsoft se han adelantado muchos meses, al menos, a todos sus rivales, incluso se ha hablado sobre la posibilidad de que Microsoft desbanque o vuelva al primer puesto entre las multinacionales de las nuevas tecnologías, con su buscador y en aplicaciones de oficina online basadas en ChatGPT 4. También se está hablando mucho de los peligros de la Inteligencia Artificial, o han comenzado este debate personajes como Elon Musk, que fue uno de los fundadores de OpenAI, o también el mismo Sam Altman. Probablemente, la gira internacional se centre en esta última cuestión, o también ocurre que en el aspecto más técnico estas IAs son bastante conocidas, destacando la de OpenAI más bien en la fuerza bruta o en el poder económico necesario para explotar comercialmente una de estas IAs.
Sin embargo, las IAs no son para tanto como se dice, sí que facilitan muchos trabajos y en muchos campos, pero no son del todo creíbles, fallan tanto al responder las preguntas más técnicas como en los asuntos éticos, y aunque sea poco lo que fallen en las cuestiones básicas, o tampoco responde del todo mal muchas de las cuestiones más complejas, estos pequeños errores impiden que se utilicen sin supervisión humana. No parece que este problema se pueda resolver en un futuro cercano. Ahora con plugins han especializado a ChatGPT en determinadas áreas, o Microsoft la utiliza en su buscador y para crear documentos Office a partir de unos pocos datos o instrucciones del usuario, pero esto más bien es un parche funcional, o comercial, que enmascara las debilidades de las IAs actuales.
A OpenAI les esperan tanto rivales de altura como Google y Meta, como también en el software libre ya existen varias alternativas gratuitas y tan pequeñas como para ejecutarlas en un PC corriente, y aun así saben hablar muy bien, solo que no pueden igualar la gran base de datos o el batiburrillo de conocimientos de ChatGPT. ChatGPT también parece estar muy capada en los asuntos éticos o en los más escabrosos, como los religiosos o políticos, en cambio, un rival mucho menos conocido como es Claude responde a estas cuestiones mucho mejor, o al menos según el punto de vista de una persona con una ideología más democrática. Mientras que las IAs libres suelen responder sin restricciones, dentro de sus más limitadas posibilidades.