El antisemitismo crece en Polonia al calor de la crisis de los refugiados

26 enero, 2017
Foto: Fundación para la Preservación del Patrimonio Judío en Polonia (FODZ)

El antisemitismo crece en Polonia alimentado por la crisis de los refugiados que vive Europa y por la actitud de políticos locales y medios de comunicación, mientras aumenta también el número de agresiones con trasfondo xenófobo.

Un estudio presentado por el Centro de Investigación sobre Prejuicios de la Universidad de Varsovia revelaba que el odio hacia los judíos se ha incrementado en los últimos dos años, especialmente entre la juventud, y alertaba del «alarmante» aumento del discurso antisemita en internet.

Los investigadores vinculan este incremento al escenario de islamofobia y rechazo a la inmigración que vive Polonia desde que se inició la llamada crisis de los refugiados.

«El temor a los musulmanes que surgió entre 2014 y 2016 ha alimentado los sentimientos negativos hacia los judíos entre el conjunto de la población, independientemente de su edad o afiliación política», dice el informe.

Según ese estudio, basado en una muestra de 1.000 adultos y 700 jóvenes, un 56 % admite que no aceptaría a una persona judía en su familia, lo que supone casi un 10 % más que en 2014.

Además, casi un tercio de los encuestados -el 32 %- reconoce que no quiere tener vecinos judíos, frente al 27 % de 2014, en un país de algo más de 38 millones de habitantes donde la comunidad judía cuenta con menos de 10.000 personas.

Los datos son «alarmantes», asegura Rafal Pankowski, director de «Nigdy Wiecej», una organización que nació en 1996 para luchar contra el racismo y la xenofobia en Polonia.

Desde mediados de 2015, apuntó, se producen cinco o más agresiones xenófobas o racistas diarias, mientras que en años anteriores el número de incidentes de ese tipo era de cinco a diez por semana.

Pankowski alerta de la «escalada de violencia»: «Durante dos décadas venimos observando la evolución del racismo y la xenofobia en Polonia, y nunca habíamos visto tantas agresiones como ahora».

Ejemplos de esas actitudes de odio, especialmente antisemitas, son frecuentes en Polonia, donde regularmente se producen, por ejemplo, profanaciones de cementerios judíos, con pintadas o destrozos de lápidas.

Pankowski recuerda el suceso ocurrido en la localidad de Bialystok hace una semana, cuando un mural con una frase del papa Juan Pablo II fue modificado para incluir un mensaje antisemita.

El original decía «El racismo supone la negación de la identidad más profunda del ser humano», y tras el acto de vandalismo pasó a decir: «Un judío supone la negación de la identidad más profunda del ser humano».

«Nunca habían llegado tan lejos, hasta ahora respetaban las palabras de Juan Pablo II, el papa polaco, y no se atrevían a tocar algo que representase su mensaje o su legado, sin embargo este acto escandaloso de antisemitismo significa que estas personas han perdido el norte devoradas por su odio», denuncia este activista.

A pesar de la escasa presencia de judíos en la Polonia actual, la conciencia colectiva de muchos polacos se sitúa todavía en el escenario previo a la Segunda Guerra Mundial, cuando suponían alrededor del 10 % de la población, unos 3,3 millones.

Sólo unos 300 mil sobrevivieron la guerra y el Holocausto y la mayoría se trasladaron tras la contienda a Israel.

Al impacto de la actual crisis migratoria el informe de la Universidad de Varsovia suma el tratamiento que los medios de comunicación y los políticos locales están haciendo de esta cuestión.

Los dirigentes de los países del Este de la UE, en particular el líder del partido gubernamental polaco, Jaroslaw Kaczynski, y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, son los abanderados del discurso antirrefugiados y han alertado en numerosas ocasiones de los riesgos de abrir las fronteras a la población musulmana que escapa de zonas de conflicto.

En el marco de ese discurso, Polonia apenas ha acogido a una decena de refugiados desde que se inició la crisis y el Gobierno del partido nacionalista y conservador Ley y Justicia se ha desmarcado del acuerdo alcanzado por el Ejecutivo anterior, que se comprometió con Bruselas a recibir a alrededor de 7.000 solicitantes de asilo. EFE

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10 thoughts on “El antisemitismo crece en Polonia al calor de la crisis de los refugiados”
  1. En la UE los politicos son todos unos cobardes, y el presidente polaco de la UE, don Tusk, igualmente. Quien entra en la UE no puede aceptar sólo lo que le conviene; la UE es un package deal para todos los países miembros por igual. Visto que Polonia se sustrae al acuerdo de repartición de refugiados, la UE debería haberle retirado ya las cuantiosas subvenciones a varios sectores de su economía. No creo que lo hayan hecho o ya hubiesemos oido sus protestas en Bruselas. Al contrario, la Nato y la UE reforzaron la frontera polaca al este porque Polonia teme que Rusia los invada como lo hizo con Ucrania.
    Por otro lado, el antisemitismo polaco es tan antiguo que no hay por qué asombrarse que sigan siendo antisemtas con un ridículo 0,026 % (10.000 judios entre 38.000.000 de eslavos polacos) de judios en el pais… Llevan el antisemitismo en la sangre, no todos, pero sí demasiados

      1. lo que tu dices es correcto, pero para los antisemitas los judios no tenemos derecho a un lugar en ninguna parte incluso no tenemos derecho a vivir en suelo patrio en judea

  2. La xenofobia, racismo, antisemitismo, es una enfermedad, de individuos, que se traslada a grupos, hay que atacar ,los males a tiempo, si fuera en Argentina, la Daia, diría , que no hay elementos antisemitas, como pasó con la gente de Mar del Plata, por casa como andamos?

    1. yo uruguayo viaje con un grupo de argentinos y gente de habla hispana de todo el mundo a toledo ……..pero los argentinos ..eran un asco antisemitas rabiosos

  3. No hay que dejarse confundir, aùn el antisemitismo clàsico o històrico se ha visto fortalecido por la retòrica de los àrabes palestinos y de miles de musulmanes, refugiados o no, que vomitan veneno en todo el mundo.El nazi o antisemita clàsico solo actua en sintonìa con el antisemitismo-antisionismo de los àrabes-musulmanes y de la postura erràtica y ambigua de sus propios gobiernos que suman condena contra Israel en todos los foros posibles.
    En definitiva, lamentablemente Esau(el mundo cristiano o Roma) suma fuerzas con Ismael(mundo àrabe-musulman) contra Israel.Los jovenes son solo un emergente y copian las ideas y las conductas de los adultos o sus mayores.

    1. Ismael es el mundo árabe pero Esaú de ninguna manera es el mundo cristiano. Esaú es Edom, es decir Idumea, el actual país de Jordania, que también es árabe.

  4. La ultraderecha, fascistas y neonazis no suelen distinguir entre musulmanes, judíos ni cualquier otro extranjero, el antisemitismo ha crecido porque el racismo ultraderechista ha crecido con la crisis económica, el desempleo y el terrorismo musulmán, es la incultura que es promovida por líderes sin escrúpulos. Lo de no querer un vecino judío ya entra en el terreno de las enfermedades mentales graves, en España eso se suele decir de los gitanos, el racismo más incrustado entre los españoles, porque muchos suelen vivir en barrios marginales, donde algunos llevan armas, trafican con drogas, roban, o tienen costumbres alejadas de la sociedad como por ejemplo pueden llegar a asesinar si un español atropella accidentalmente a un miembro de una familia gitana… pero que de un judío se diga algo así en pleno siglo XXI y con la información en los medios que existe está totalmente fuera de lugar.

  5. Lo de Polonia no me sorprende; que se espera de estos señores que durante la ocupación nazi amargaban la vida a sus vecinos sólo por el mero hecho de ser judíos

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