El Gobierno de EE.UU. sancionó este martes a dos legisladores y al jefe de seguridad del grupo terrororista chií libanés Hezbollah en el Líbano porque usan sus posiciones de poder para «facilitar la agenda maligna» de la organización y cumplir las órdenes de Irán.
Los individuos sancionados son el jefe del grupo parlamentario de Hezbollah en el Parlamento libanés, Muhammed Hasan Raad; el legislador Amin Sherri; y Wafiq Safa, el jefe de seguridad de Hezbollah desde 1987, detalló el Departamento del Tesoro estadounidense en un comunicado.
Según el Tesoro, dos de los sancionados -Raad y Safa- forman parte del círculo más cercano al secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah.
«Hezbollah usa sus operaciones en el Parlamento libanés para manipular las instituciones en apoyo de los intereses financieros y de seguridad del grupo terrorista y para reforzar las actividades malignas de Irán», afirmó en un comunicado la subsecretaria para Terrorismo del Departamento del Tesoro, Sigal Mandelker.
El mensaje que EE.UU. quiere enviar con sus nuevas sanciones es que «no existe distinción entre las actividades políticas y violentas de Hezbollah», de acuerdo a la nota.
El Tesoro explicó que ha sancionado a Raad porque, como jefe del grupo parlamentario de Hezbollah, ocupa una posición prominente en el Consejo de la Shura, al que EE.UU. atribuye la planificación de las actividades religiosas y militares del grupo chií.
Raad supuestamente también tiene «lazos» con algunos de los empresarios que financian Hezbollah.
El Tesoro considera al Sherri como un «interlocutor» de los intereses de Hezbollah y ha usado el «peso de su puesto» dentro de la organización para «presionar a instituciones financieras» con el objetivo de conseguir financiación y esquivar las sanciones de EE.UU.
Por último, el Tesoro acusó a Safa de haber aprovechado su cargo dentro del aparato de seguridad de Hezbollah para hacer «contrabando» a través de los puertos y cruces fronterizos del Líbano.
Por ejemplo, dijo EE.UU., Safa ha permitido el tráfico de drogas y armas a través del puerto marítimo de Beirut.
Desde hace décadas, Washington incluye a Hezbollah, aliado de Irán, en la lista de organizaciones «terroristas» e impone a sus dirigentes sanciones económicas.
Como fruto de las sanciones de hoy quedan congeladas todas las propiedades que los dos legisladores y el jefe de seguridad de Hezbollah pudieran tener en EE.UU., mientras que los estadounidenses y sus empresas no podrán hacer negocios con ellos.
Estas nuevas sanciones se enmarcan en la campaña del Gobierno de Donald Trump para presionar a Teherán e intentar que se siente a negociar un nuevo acuerdo nuclear.
En mayo de 2018, Trump sacó a EE.UU. del acuerdo nuclear suscrito con Irán y potencias europeas para fijar límites al programa atómico iraní; y, ahora, Teherán ha comenzado a violar sus compromisos, en un intento por presionar a la Unión Europea (UE) para que le ayude a eludir las sanciones.EFE y Aurora.
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