El Gobierno de Benjamín Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel, sigue mostrando señales de fractura luego de que el ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, boicoteara este miércoles por segunda vez una votación del Parlamento.
Ben Gvir y su partido se retiraron de una deliberación en la Knéset con el objetivo de exigir más fondos en el próximo presupuesto para el Ministerio responsable de las regiones de Négev y Galilea, que controla el partido ultranacionalista.
Las semana pasada, Ben Gvir y su partido boicotearon otra votación en la Cámara por lo que consideró una «débil respuesta» militar por parte de Israel contra las milicias palestinas de la Franja de Gaza.
En ese momento se llevaba a cabo una breve escalada en la que más de 100 cohetes fueron lanzados desde el enclave, a lo que Israel respondió con bombardeos inmediatos y una operación de ataques aéreos una semana después.
De hecho, algunas voces apuntaron que la operación militar israelí tuvo como objetivo satisfacer a Ben Gvir.
Las quejas del ministro, conocido por su retórica incendiaria y quien amenazó con abandonar la coalición, se extendieron también a su limitada participación en las discusiones gubernamentales en materia de seguridad exterior.
Este miércoles, Netanyahu y Ben Gvir se reunieron para tratar de resolver el nuevo impasse, pero sin éxito, según la prensa israelí.
El partido de Ben Gvir cuenta con seis escaños entre la mayoría formada por 64 legisladores y busca captar igualdad de fondos que otros socios de la coalición gubernamental, como el partido Sionismo Religioso, que lidera el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, y los partidos ultraortodoxos.
El presidente de la coalición, Ofir Katz, criticó duramente al partido de Ben Gvir, acusándolo de “allanar el camino para la caída del Gobierno de derecha”.
En paralelo, las críticas a Ben Gvir han ido en aumento, no solo desde la oposición sino también por parte de israelíes de derecha que le acusan de no cumplir sus promesas en materia de seguridad.
Las últimas encuestas muestran que la actual coalición gubernamental ha perdido apoyo desde su llegada al poder, y que, de celebrarse nuevas elecciones, estaría obteniendo tan solo 52 de 120 escaños en una Knéset de 120.
Con información de agencias
para incendiarios ya estan ciertos medias, la mayoria por desgracia aranacando un dia y y otro tambien al gobierno, y tratando de hacerle caer
Después de…
Deben cambiar ese sistema parlamentario por uno presidencialista de unos 4 a 6 años. Sería más estable y el país sabría lo que se pretenda hacer durante el periodo de tiempo que sea elegido un gobierno. Sería así porque se estaría diciendo en las campañas políticas y en las plataformas de los partidos. De lo contrario un partido muy pequeño paralizaría un gobierno. De ello se pueden aprovechar los enemigos de Israel como Irán y otras etcéteras que le rodean.
El partido de Ben Gvir?
Quienes son los que pueden estar en su favor o votarlo?
Es trágico que el espectro politico se este llenando de tantos inadaptados.