Si bien los cultivos representan más del 80% de la comida a nivel mundial, se estima que la mitad de lo cultivado se pierde por plagas o problemas climáticos.
El mayor problema con las plagas es que, si bien la tecnología ha avanzado mucho en materia de control con pesticidas, en muchos casos cuando los productores se dan cuenta de que hay un problema ya es muy tarde para solucionarlo.
Incluso en los casos en los que el pesticida es eficaz, estos suelen tener efectos dañinos para la tierra si su uso es exceso.
Plantel es una startup israelí que desarrolló una solución para esto. Descubrió que es posible utilizar la proteína de medusa para ayudar a las plantas a señalar el estrés potencialmente fatal a través de una iluminación que se registra en fotografías.
Esta innovación no solo permite detectar cuándo las plantas están en problemas. También puede contribuir al desarrollo de productos agrícolas menos perjudiciales para los cultivos.
El proceso consiste en modificar genéticamente los cultivos para incluir una proteína verde fluorescente (GFP) que reacciona a los radicales libres. Los radicales libres son uno de los primeros signos de estrés en las plantas. La GFP cambia su fluorescencia, que ilumina las partes afectadas en colores. Pero esta fluorescencia sólo es reconocible mediante el registro fotográfico, y no a simple vista.
Además, el producto de Plantel ayuda a evitar el uso excesivo de fertilizante. Esto se debe a que ajusta los productos bioquímicos desarrollados por empresas agroquímicas para su uso en momentos y cantidades óptimas.
y cuando van a desarrollar una protección contra las medusas en nuestras costas que impiden el disfrute del mar en los meses más cálidos del verano?