Cuidado que no se ensoberbezca tu corazón

6 agosto, 2023
Sinagoga de Praga. Foto: Pixabay

José I. Rodríguez

Cuidado que no se ensoberbezca tu corazón y te olvides de Aquel que todo lo ha hecho ¿Qué me puede pasar si me olvido de Él? Los que padecen necesidades materiales y los que tienen abundancia pueden estar vinculados por la misma enfermedad espiritual del ensoberbecimiento que se traduce en la pérdida de memoria espiritual; en otras palabras, olvidarse del Creador.

La pobreza y la riqueza son elementos distintivos materiales que se pueden revertir. Los pobres pueden llegar a ser ricos y de la noche a la mañana los ricos pueden convertirse en pobres de solemnidad. Qué nadie se crea que siempre va a estar en la misma situación. Lo que determina la pobreza o la riqueza no es lo que tenemos o no tenemos si no lo que somos o no somos. Los que se olvidan del Creador, sean ricos o pobres, están condenados a la miseria espiritual de la cual también se puede salir, aunque es más complicado y exige un mayor esfuerzo. La idea de que una vez rico siempre rico déjalo para los que siguen una vana religión.

La pregunta en este contexto es ¿Cómo llego a olvidarme del Creador? Una pregunta interesante e importante que necesitamos responder en algún momento de nuestra existencia, aunque el ensoberbecimiento puede anular la capacidad de introspección personal y dejarnos en el desierto de la complacencia emocional o espiritual. El diccionario define ensoberbecerse como “causar o excitar soberbia en alguien” que en este caso es nuestro propio corazón el cuál rige muchas de nuestras emociones.

El recuerdo del Creador está impreso en nuestro corazón que es algo que nos viene de serie. Todos nacemos con el ADN espiritual que nos dice que el Creador no es una idea emocional sino un concepto espiritual que recorre todo nuestro ser y lo inunda de fe. La verdad es que toda fuente también se puede secar si nos olvidamos de ella. La falta de memoria seca muchas buenas fuentes espirituales convirtiéndolas en fangoso y sucio barro seudo religioso.

Los que creen que pueden olvidarse del Creador suelen tener unos niveles de saturación bajos que hacen que el oxígeno espiritual que reciben las células del cuerpo sea deficiente y esté contaminado por la soberbia, el orgullo y los intereses personales egocentristas.

El aviso del Cielo no es en vano llamando la atención sobre nuestra memoria espiritual que además de saturar mal está afectada de una especie de Alzheimer religioso que nos deja inertes y confusos hacia todo lo que es bueno. La religiosidad y la espiritualidad tienen acepciones positivas y negativas que nos podrían llevar a un estado de confusión mental transitoria en el cual no distingamos el bien del mal o lo dulce de lo amargo.

El olvidarse del Creador es una enfermedad espiritual, en estos momentos una pandemia, que hace que los hombres piensen que pueden hacer lo que quieren con los demás y con toda la creación en general. El resultado de tan dramática saturación anormal es la violencia, tanto física como emocional o espiritual, entre seres humanos y la contaminación de toda la creación que también gime al Cielo por su restauración ¿Qué hace que nos olvidemos del Creador? El principal factor es el nombrado ensoberbecimiento que acaba en un fallo cardiaco y esto siempre en términos espirituales. Todo nuestro ser está formado para ser una mezcla positiva entre la materia, la parte emocional y la espiritual que nos sustenta. Cuando algo interfiere empezamos a declinar en los mencionados planos que no se pueden separar durante el proceso que hemos denominado vida.

La mencionada falla emocional y espiritual del ensoberbecimiento afectará ineludiblemente al cuerpo en toda su amplia y compleja composición. Los soberbios se creen dueños de sí mismos, de los demás y de toda la creación generando constante contaminación por muy disfrazada de espiritualidad, cultura, conocimiento, sabiduría, sensibilidad religiosa o de la interpretación mística de los misterios que conlleva la vida. El conocimiento envanece tanto como la falsa religiosidad haciéndonos partícipes de una ficción espiritual que no sirve ni al Creador ni a su creación, entre la cual también está el prójimo. Por tanto, ten cuidado que no se ensoberbezca tu corazón. Hazlo saber.

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One thought on “Cuidado que no se ensoberbezca tu corazón”
  1. Sobre toda cosa que guardes guarda tu corazón , porque de él mana la vida. Cuidemos de olvidarnos de nuestro Creador. Enhorabuena por su reflexión.

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