Continuaría detenido el menor ultraortodoxo sospechoso de asesinar a una mujer palestina

La mujer asesinada, Aysha Ravi

La Corte de Justicia de Rishon Lezion, extendería la detención del menor judío ultraortodoxo, principal sospechoso de haber arrojado la piedra que terminó con la vida de la mujer palestina, Aysha Ravi, el 12 de octubre, bajo un acuerdo entre la fiscalía y los abogados defensores del acusado.

Hace tres semanas, Aysha Ravi, de 47 años, y madre de ocho hijos, fue asesinada cuando una piedra atravesó el parabrisas del vehículo, que era manejado por su esposo. La piedra hizo impactó en la cabeza de Aysha, quien fuera trasladada de urgencia a una clínica cercana, pero sucumbió poco después a causa de sus heridas. El esposo de Ravi, Yakoub, que ha estado trabajando en Israel desde principios de la década de los ochenta, dijo haber escuchado a los atacantes hablar en hebreo.

La policía ya prestó una declaración de los cargos esperados la semana pasada, lo que invariablemente es un preludio a la acusación. Hubo indicios de que el cargo será homicidio involuntario y puede ser de hasta 20 años de prisión, pero el portavoz del Ministerio de Justicia se negó a confirmar cuál será el cargo.

Desde el principio, hubo un testimonio del lado palestino acerca de la participación de judíos lanzadores de piedras, pero nadie había sido detenido, hasta hace pocos días, otros cuatro menores fueron arrestados previamente por el Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel), aunque fueron liberados hace más de una semana.

Las declaraciones policiales no dieron muchos detalles, pero mencionaron la gravedad de los delitos que atañan a la seguridad y el asesinato de Aysha Ravi. Un problema que podría haber en el juicio con respecto a asegurar un asesinato o incluso una condena por homicidio es que incluso si hay una manera de vincular al menor con el lanzamiento de piedras, puede ser difícil probar si él arrojó la piedra que mató a Aysha Ravi. Otro problema podría ser determinar si el agresor tenía la intención de matar o simplemente de hostigar, lo que también sería un delito, pero podría reducirse a homicidio negligente.

El padre de X afirmó que el jefe de la Yeshiva “Pri Haaretz”, donde el supuesto joven agresor, esudiaba, ha declarado que X estaba en una reunión de Shabat en el momento del asesinato de Ravi, pero no proporcionó detalles de los horarios.

Oficiales de las fuerzas de seguridad le dijeron a la radio estatal Kan que los activistas de ultraderecha que viajaron al seminario rabínico tienen antecedentes y que han sido interrogados por los investigadores del Shabak en el pasado. Según comentarios, los supuestos atacantes hablaron con varios estudiantes, que creían que estuvieron involucrados en el lanzamiento de piedras en el cruce carretero Tapuaj de Cisjordania, y les ofrecieron consejos para sostener los interrogatorios y salir ilesos, les instaron a guardar silencio tanto como sea posible.

Los ultraderechistas decidieron adelantarse a las autoridades y viajar a la academia rabínica en Shabat cuando los detalles básicos sobre el asesinato de Ravi aún no estaban claros, lo que implica mayores sospechas de parte de las autoridades. Los oficiales destacan que la decisión de los ultraderechistas de conducir en Shabat, algo que está prohibido para los judíos religiosos, es una prueba más de que entendían la gravedad del crimen.

El caso ha reanimado el debate sobre el manejo agresivo de Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel) de los judíos acusados de terrorismo, algunos dicen que deben ser tratados igual que los terroristas palestinos y otros que dicen que la agencia violó los derechos de los sospechosos menores.

 

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