Las fuerzas de seguridad israelíes continúan el operativo para arrestar al tercer integrante de la célula terrorista que el domingo perpetró el ataque en el Valle del Jordán contra un autobús que transportaba reclutas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Siete israelíes resultaron en el atentado, que aparentemente había sido planificado de antemano, entre ellos un civil -el chofer del vehículo- y seis soldados.
Fuentes de seguridad dijeron que el trio estaba formado por tres miembros una misma familia, el padre, el hijo y un sobrino.
El domingo por la tarde, una camioneta pick up en la que se desplazaban los tres terroristas se adelantó a un autobús, que trasladaba a reclutas de las FDI hacia una base militar en el Valle del Jordán. Los terroristas abrieron fuego contra el parabrisas (o luna del coche) hiriendo de gravedad al chofer y a otros seis soldados (uno de ellos en condición moderada y el resto con lesiones leves por los fragmentos de los vidrios).
Los terroristas también intentaron arrojar líquido inflamable sobre el autobús para prenderle fuego.
Mientras que los reclutas no están capacitados para disparar ni autorizados a hacerlo; un oficial a cargo detuvo el autobús a un costado de la carretera y abrió fuego contra los terroristas que se dieron a la fuga.
La camioneta pick up, que tenía chapa patente israelí (y no palestina), se prendió fuego a unos dos kilómetros de la escena, probablemente a raíz del material inflamable que llevaban los terroristas.
Dos de los terroristas, el hijo y el sobrino, saltaron de la camioneta mientras era abrasada por las llamas lo que condujo al rápido arresto de ambos por parte de oficiales de la policía y el ejército que acudieron a la escena.
Varias armas de fuego fueron halladas en las cercanías.
Los dos terroristas atrapados fueron identificados por los medios palestinos como Muhammad Turkman y Walid Turkman, domiciliados en el área de Yenín, en Samaria (norte de Cisjordania). Los detenidos, que exhibían quemaduras, fueron evacuados al Hospital Sheba de Tel Hashomer (cerca de Tel Aviv) y están siendo interrogados por la agencia de inteligencia Shabak (Servicio de Seguridad General).
El tercer terrorista, el padre, abandonó el vehículo a 200 metros desde los otros dos saltaron, y continuó manejando mientras el fuego abrasaba la camioneta, para darse a la fuga, al tiempo que los soldados detenían a su hijo y su sobrino.
El padre, de alrededor de 50 años, está casado con una mujer israelí de la localidad árabe de Jadeidi-Makr, en la Galilea, y por lo tanto cuenta con ciudadanía israelí, aunque pasa la mayor parte del tiempo en Yenín y Jericó.
El autobús transportaba reclutas a una base de entrenamiento y no estaba blindado, como la mayoría de los colectivos que se desplazan dentro de Cisjordania.
Las fuerzas de seguridad están investigando si los terroristas que atacaron el autobús cerca del asentamiento de Hamra, sabían que transportaba soldados cuando perpetraron el ataque.
Continúa la…
Después que lo encuentren, deben juzgarlo y… ¡pena de muerte! Eso es lo que merece esa basura humana.