El comandante del ejército israelí, Aviv Kochavi, escribió un emocionante discurso para ser leído en todas las bases de las Fuerzas de Defensa de Israel con motivo del Día de Recordación de los soldados caídos.
Este día se conmemora desde la noche de este martes y hasta la noche del miércoles, cuando el país celebra la fiesta de los 71 años de Independencia.
En el día del recuerdo, el país se paraliza en dos ocasiones: el martes a las 20:00 y el miércoles a las 11 de la mañana, para recordar a los más de 23 mil soldados caídos en las guerras y las 3.150 víctimas del terrorismo.
«Soldados, oficiales y empleados de las FDI:
El sonido de la sirena resuena en todo el país surcando la tumultuosa vida cotidiana y obligando un solemne momento de silencio. Siempre alcanza cada colina, valle y carretera. En cada lugar suena, encuentra una tumba, un recordatorio del alto precio de la batalla. La sirena grita por aquellos cuyas voces fueron silenciadas, revelando sus caras ante nuestros ojos para que los veamos.
En este momento inclinamos nuestras cabezas recordando al hijo que fue llamado a su unidad y salió de casa apresuradamente; a la hija que sirvió en primera línea, al padre que prometió regresar y al comandante a quien llamamos y no respondió; un tapiz humano que encarna el carácter único de las Fuerzas de Defensa de Israel como el Ejército del Pueblo.
Soldados y oficiales, aunque el sonido de la sirena ahora se ha desvanecido la memoria sigue haciendo eco.
Reverbera el dolor de las familias en duelo, los gritos de dolor y el anhelo de aquellos que han perdido lo que más querían. En este día, nos encargamos de estar allí para ellos en el interminable viaje de hacer frente a su pérdida.
También resuenan las batallas e incidentes, tanto operacionales como rutinarios, que dejaron atrás una larga fila de bajas, así como las lecciones que debemos implantar con devoción.
Se hace eco en nuestro deber de seguir sus pasos y completar su misión de defensa, la victoria en cada conflicto o guerra y permanecer enfocado en la misión.
Debemos izar la bandera de la preparación con una mano y con la otra tomar el banderín del cambio, con la clara comprensión de que solo así podemos cumplir nuestro propósito: estar siempre listos para cualquier misión, ágiles y capaces de adaptarnos al siempre cambiante espacio de la batalla.
En nombre de todos los soldados y oficiales de las FDI, saludo a los caídos, envío fuerzas y consuelo a sus familias y prometo que siempre seguiremos defendiendo el Estado de Israel.
¡Que el recuerdo de los caídos sea una bendición!»