Cientos de civiles muertos y heridos por minas colocadas por el Estado Islámico

26 octubre, 2016
Combatientes del FDS durante la batalla de Manbich Foto: VOA

Cientos de civiles han muerto o resultado heridos por las minas antipersonales colocadas por el Estado Islámico (EI) en la ciudad de Manbech, en el norte de Siria, afirmó Human Rights Watch (HRW).

La ONG llevó a cabo una investigación entre los pasados 4 y 9 de octubre en la que registró los nombres de 69 civiles, entre ellos 19 menores, fallecidos por la explosión de minas en escuelas, viviendas y carreteras durante y después de los choques por el control de esa urbe, explicó en un comunicado.

HRW no descartó que el número de muertos sea superior, porque no pudo recolectar datos en todos los barrios y pueblos de los alrededores, y además el personal hospitalario de la zona le ha comunicado que han tratado a cientos de heridos por ese tipo de estallidos.

Entre mayo y agosto, Manbech fue escenario de una ofensiva de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada kurdo árabe, para arrebatar al Estado Islámico el dominio de Manbech, que se saldó con la toma de la localidad por parte de las FSD.

«El Estado Islámico minó prácticamente todo, incluido, y lo digo literalmente las piletas de las cocinas», dijo el subdirector de Emergencias de HRW, Ole Solvang.

La ONG ha hablado con supervivientes de explosiones de minas y con familiares de víctimas que le comunicaron que se encontraron con los artefactos al regresar a sus casas tras el fin de los combates y que las minas había sido colocadas en pasillos, ventanas, debajo de colchones, frigoríficos y en aparatos de televisión.

Zakia Hasan señaló a HRW que su hijo, Ibrahim Hamud, de 35 años, perdió la vida cuando una mina estalló en su cama tras retornar a Manbech el pasado 12 de agosto, días después de que los enfrentamientos acabaran.

«Murió instantáneamente», recordó Hasan, que agregó que unos días después un equipo de la policía local acudió a la casa a efectuar un registro y se encontraron con una segunda mina bajo un montón de zapatos a la entrada de la vivienda.

HRW consideró que las autoridades militares y civiles, así como organizaciones internacionales, deberían alertar a las personas que regresan a sus casas en territorios anteriormente controlados por el EI del peligro de las minas y desarrollar la capacidad de limpiar las viviendas y áreas residenciales de explosivos.

«Una capacidad limitada de limpieza (de minas) significa que a veces una casa no estará limpia hasta que los artefactos explosivos hayan sido detonados, lo que puede ser muy tarde para muchos civiles», advirtió Solvang. EFE

 

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