El martes 14 de noviembre se llevó a cabo lo que se consideró la manifestación pro-Israel más grande de la historia de Estados Unidos, con una asistencia cercan a las 300.000 personas en Washington DC.
Los participantes de la marcha exigieron la liberación de los rehenes que se encuentran aún privados de su libertad en la Franja de Gaza. También recordaron el Holocausto, con la consigna de «Nunca Más».
Muchas personas tomaron vuelos o autobuses hasta la capital estadounidense, en muchos casos con la asistencia de distintas federaciones judías locales, escuelas y sinagogas.
El presidente Isaac Herzog se dirigió a la multitud a través de un video, dando un mensaje conmovedor desde el Muro de los Lamentos en Jerusalén. Herzog expresó que “hoy nos reunimos, como una familia, una gran mishpacha, para marchar por Israel. Para marchar por los bebés, los niños y niñas, mujeres y hombres mantenidos viciosamente como rehenes por Hamas”.
Además, el presidente de Israel agregó que “hace ochenta años, los judíos salieron de Auschwitz y juraron ‘Nunca Más’. Cuarenta días atrás, un ejército terrorista invadió el Estado soberano de Israel y masacró a cientos de israelíes en la mayor matanza desde el Holocausto. Gritemos juntos: Nunca Más. Nunca Más es ahora”.
El evento también contó con la palabra de algunos de los familiares de los 240 rehenes tomados por Hamas. La enviada contra el antisemitismo del Departamento de Estado de EEUU, Deborah Lipstadt, destacó el compromiso del gobierno de Biden contra el odio hacia los judíos.
Cerca de…
Me hubiera gustado estar allí. Esa marcha muestra que son más los que están con Israel que los enemigos que están con los terroristas, asesinos, violadores e indeseables bestias.
A pesar de que algunos inexplicables sindicatos de transportistas se negaron a llevarlos en los buses