«Sigo gravemente preocupado por las informaciones de que se ha intensificado la represión violenta contra los manifestantes pacíficos en Irán, incluyendo estudiantes y mujeres, que están exigiendo igualdad de derechos y dignidad humana básica», dijo en un comunicado.
El presidente estadounidense recordó que lo que piden los participantes en las protestas no son más que «principios justos y universales», recogidos en la Carta de la ONU y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
«Durante décadas -siguió-, el régimen de Irán ha denegado las libertades fundamentales a su gente y ha suprimido las aspiraciones de generaciones sucesivas a través de la intimidación, la coerción y la violencia».
En ese sentido, afirmó que su país permanece junto a «las mujeres iraníes y todos los ciudadanos de Irán que están inspirando al mundo con su valentía».
Algunas de las principales universidades de Teherán amanecieron con una fuerte presencia de policías antidisturbios después de que se convirtieron en centro de las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini hace más de dos semanas.
Así, en las universidades de Teherán y Amir Kabir, situadas en el centro de capital, había docenas de antidisturbios y furgonetas policiales para evitar protestas por el fallecimiento de Amini el 16 de septiembre tras ser detenida por la Policía de la Moral al considerar que llevaba mal el velo.
EE.UU. sancionó en las últimas semanas a la Policía de la Moral por la muerte de Amini y a siete altos funcionarios de seguridad por la represión de las manifestaciones.
Además, Washington autorizó a las empresas tecnológicas ampliar sus servicios en Irán, en respuesta a los cortes de internet ordenados por Teherán para atajar las protestas.
Biden hizo mención a esas medidas en su comunicado y aseguró que EE.UU. continuará pidiendo cuentas a los responsables iraníes y apoyando el derecho de los ciudadanos de ese país a protestar libremente. EFE
Biden: EEUU…
Desde hace décadas el régimen de los ayatolás ha hecho lo mismo contra los que protestan pacíficamente. Por esa razón es que nunca debieron firmar el tratado que ahora quieren resucitar. Lo que debieron y deben hacer fue y es destruir todas las fábricas de armas y todo lo que tiene que ver con la habilidad de los ayatolás para llevar el terrorismo y la intervención fanática de ellos a otros países.