Hace varios meses un bebé, hijo de refugiados sirios, que nació con graves defectos cardíacos, fue trasladado desde Chipre hasta Israel, donde recibió un tratamiento médico que salvó su vida en el hospital Sheba. Ahora regresa nuevamente a Israel para completar su tratamiento.
En su momento, el ministro de Salud de Chipre había solicitado al embajador israelí en Chipre, Sammy Revel, que aprobara de forma urgente llevar al bebé, nacido con graves defectos cardíacos, para recibir el tratamiento necesario. El bebé fue tratado en Israel, adonde llegó junto a su padre de origen sirio, permanecieron varios días para completar la recuperación y regresaron a Chipre.
Hoy nuevamente el bebé fue traído a Israel donde será tratado nuevamente para continuar con su tratamiento, gracias a la ayuda del departamento consular del Ministerio de Relaciones Exteriores y la embajada de Israel en Chipre.
El portavoz del primer ministro israelí para la prensa árabe, Ofir Gendelman, publicó en su cuenta oficial de Twitter: «Esto es humanismo israelí. Un bebé sirio que tiene una grave enfermedad cardíaca y vive con sus padres refugiados en Chipre fue traído en avión hoy a Israel para recibir una cirugía para salvarle la vida». El portavoz añadió: «¿Sería un bebé israelí salvado de esta forma en un hospital en la Autoridad Palestina o en cualquier país árabe? No».
Nosotros somos “givers” y nuestros enemigos árabes son “takers”.
Esta muy bien subrayar lo importante con negrita.