Avances en la investigación del síndrome de Tourette

27 julio, 2016

El público está relativamente familiarizado con el síndrome de Tourette (de los tics involuntarios). Es bastante común en la infancia y en la mayoría de los casos, desaparece por sí solo. De hecho, no es una enfermedad y no es fatal.
«A pesar de que el síndrome fue descubierto hace más de cien años, de alguna manera la investigación y la ciencia no le han dado mucha atención», dice el profesor Izhar Bar-Gad, del Centro Gonda de Investigación Multidisciplinar del Cerebro en la Universidad Bar-Ilan en Ramat Gan . «Tal vez a causa de su imagen se percibe como un problema psicológico-conductual.
Hace tres años Bar-Gad y su equipo tuvo éxito en el modelado del síndrome en ratas. De forma paralela, en el transcurso de otro estudio que realizó, se encontró con una respuesta a la primera pregunta básica que apunta a estudiar: el «dónde» – el proceso en el cerebro que determina en qué órgano se producirá el tic.
Hace unos meses, Bar-Gad publicó su nuevo estudio en el que tuvo éxito en responder a la pregunta de «cuándo». Varios estudios indican un fallo en el proceso de comunicación entre dos áreas del cerebro, centrándose en el cuerpo estriado, que se encuentra en el interior del cerebro y es parte de los ganglios basales. La literatura científica los reconoce como involucrados en la planificación y control de la actividad motora, así como otros procesos cognitivos y emocionales. «Una de las funciones importantes del cuerpo estriado es la prevención de movimientos involuntarios,» dice Bar-Gad.
«Es un área que normalmente se inunda con las señales a través de las células nerviosas que provienen de la zona de la corteza, que tiene la intención de llevar a cabo muchas y variadas acciones motrices simultáneas. En contraste con otros mecanismos que están implicados en la realización de acciones motoras, la función del cuerpo estriado se invierte – ayuda a que el mecanismo de la elección de los movimientos por la supresión de la mayor parte de las señales que entran en la corteza y permite la correcta selección del movimiento deseado. Sin un mecanismo de este tipo, el cuerpo perdería su control motor».
Según la investigación de Bar-Gad, lo que está detrás de los tics es una perturbación – con diferentes grados de gravedad – de la actividad del cuerpo estriado.
«Básicamente, hay un mecanismo de inundación y liberación», explica Bar-Gad. «Lo que sucede en la producción de un tic es que el cuerpo estriado toma en más y más mensajes por medio de las células nerviosas hasta que alcanza un cierto umbral, a la que se vuelca la sobrecarga por medio de llevar a un movimiento involuntario – un tic. El momento en que el tic sucede hay una recalibración y la dinámica comienza de nuevo, y así sucesivamente. En nuestro estudio muestran claramente los procesos de acumulación y liberación».

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