Aumento de la actividad aérea israelí en Siria: ¿Por qué ahora?

17 septiembre, 2022 , , , ,
Aviones israelíes F-35I Foto ilustración: Fuerza Aérea de EE.UU. Erik D. Anthony

Por Jonathan Spyer

Durante el último mes se ha producido un aumento notable en las operaciones aéreas israelíes contra objetivos vinculados a Irán en suelo sirio, según los medios regionales.

Aviones israelíes atacaron el aeropuerto de Alepo en el norte de Siria el 6 de septiembre. Esta operación siguió a un ataque anterior contra el mismo objetivo, el 31 de agosto. Según SANA, la agencia oficial de medios de comunicación del régimen sirio, el ataque del 6 de septiembre dañó la pista de aterrizaje, dejándola temporalmente fuera de servicio.

SANA informó que se lanzaron misiles desde el Mediterráneo, al oeste de la costa de Latakia en Siria. Mientras tanto, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR), asociado con la oposición siria, informó que el ataque tuvo como objetivo un depósito utilizado por una milicia vinculada a Irán.

“Si aterrizan aviones cuyo propósito es fomentar el terrorismo, la capacidad de transporte de Siria se verá perjudicada”.

Ram Ben Barak

North Press, una agencia de medios asociada con la autoridad de facto kurda en el norte de Siria, tenía una versión ligeramente diferente. El ataque del 6 de septiembre, sostuvo la agencia, tuvo como objetivo un avión con destino a Najaf, en el sur de Irak, que tenía a bordo a dos miembros libaneses de Hezbollah. North Press citó una fuente en el aeropuerto de Alepo como base para este relato.

Mientras tanto, Reuters citó a un «comandante de una alianza regional respaldada por Irán» que afirmó que el ataque tuvo lugar justo antes de la llegada de un avión de Irán. Este último relato parecería encajar con una declaración de Ram Ben-Barak, presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset y ex alto oficial de inteligencia, según la cual: “El ataque significó que ciertos aviones no podrán aterrizar, y que se transmitió un mensaje a Assad: si aterrizan aviones cuyo propósito es fomentar el terrorismo, la capacidad de transporte de Siria se verá perjudicada”.

Una serie de ataques en Siria

Independientemente de la naturaleza precisa de la operación, esto siguió a una serie de ataques atribuidos a Israel contra objetivos sirios en las últimas semanas. El 25 de agosto, varios sitios militares en la campiña occidental de Hama fueron alcanzados por misiles.

El 27 de agosto, una declaración de la base aérea rusa en Khmeimim reclamó el éxito de los sistemas rusos Pantsir-S1 y S-75 operados por las fuerzas armadas sirias al derribar algunos misiles dirigidos al Centro de Investigación y Estudios Científicos en Masyaf, un objetivo frecuente del poder aéreo de Israel.

El 15 de agosto, los ataques aéreos fueron dirigidos contra puestos militares sirios en las gobernaciones de Tartus y Damasco, con tres muertes reportadas. El 12 de agosto, dos personas resultaron heridas en el bombardeo de un pueblo al norte de Quneitra, cerca de la frontera entre Israel y Siria.

Estas son las estadísticas del último mes. North Press estima que se han llevado a cabo 24 operaciones aéreas israelíes contra objetivos en Siria desde principios de año. La gran mayoría de estas se llevaron a cabo contra objetivos iraníes. Si esta cifra es precisa, entonces seis operaciones de este tipo en el último mes representan un claro aumento del ritmo.

¿Por qué están ocurriendo ahora los ataques en Siria?

Así que la pregunta es: ¿por qué está pasando esto ahora? Una serie de factores merecen atención.

Es casi seguro que el ataque específico al aeropuerto de Alepo esté relacionado con los indicios recientes de que Irán depende cada vez más de su “puente aéreo” con Siria y el Líbano, debido a los esfuerzos exitosos y sistemáticos de Israel para remover armamento y equipo por tierra.

En este sentido, cabe señalar que Cham Wings, la aerolínea privada más grande de Siria, anunció que todos sus vuelos se desviarán al Aeropuerto Internacional de Damasco tras los ataques. Cham Wings ha sido sancionada por el Tesoro de los EE. UU. desde 2016 por “brindar apoyo material a entidades sancionadas por actividades de proliferación y terrorismo”. Se cree ampliamente que la compañía juega un papel activo en la canalización de armas y milicianos entre Irán y Siria.

Pero el mayor ritmo de actividad no está únicamente relacionado con el tema específico del mayor uso del transporte aéreo por parte de Teherán. Más bien, es parte de un panorama más amplio de creciente tensión regional. Hay una serie de factores que contribuyen a esta imagen emergente.

La retirada de Rusia de Siria

En primer lugar, Rusia parece estar retirándose de Siria. Esto requiere una advertencia inmediata. No hay perspectivas de una retirada total rusa. La base aérea de Khmeimim y las instalaciones navales de Tartus y Latakia son activos estratégicos sólidos que se mantendrán.

El mantenimiento del gobierno de Assad también es un objetivo claro para Moscú. Pero más allá de esto, los rusos están ocupados ahora con una campaña militar vacilante y tambaleante en Ucrania. Moscú carece de la capacidad para dos compromisos estratégicos cercanos a la vez. La empresa israelí ImageSat International reveló pruebas a fines de agosto de que el sistema de defensa aérea S-300 desplegado en el área de Masyaf ha sido desmantelado y regresado a Rusia.

Actualmente está surgiendo evidencia de que la compañía de defensa Wagner, vinculada al gobierno ruso, ha estado reclutando activamente en los últimos meses entre los sirios que están a favor del régimen. Luego, voluntarios sirios están siendo enviados para ayudar al esfuerzo ruso en Ucrania. Es una curiosa y significativa inversión de papeles.

Mayor libertad para Irán en Siria

La ausencia Rusia significa mayor importancia y libertad para el papel iraní en Siria. Los dos países han perseguido proyectos notablemente separados y ocasionalmente opuestos en Siria en los últimos años. Pero el inconveniente ruso también reduce un factor de complicación para Israel. Irán puede aumentar las actividades a medida que los rusos se achican, pero la vulnerabilidad de Teherán y la libertad de acción de Israel también aumentarán.

En segundo lugar, suponiendo que no se produzca algún giro de última hora, parece ahora que el regreso al Plan de Acción Integral Conjunto no es inminente. En ausencia de cualquier proceso diplomático relacionado con el programa nuclear iraní, y dada la determinación de Israel de hacer retroceder las ambiciones regionales de Irán, la confrontación se vuelve más probable.

En este sentido, las recientes declaraciones belicosas hechas por Hassan Nasrallah, líder de la franquicia libanesa Hezbollah del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, son dignas de mención especial.

La interpretación común que surge del nivel de seguridad en Israel ha sido que estas declaraciones estaban relacionadas con un intento del líder de Hezbollah de recuperar parte de la legitimidad pública perdida de su movimiento, ya que se hace pasar por el defensor de los recursos naturales del Líbano.

Sin embargo, es igualmente probable que el aumento repentino del desafío del líder de Hezbollah refleje la apertura de un estado de ánimo más general entre los apoderados [proxies] iraníes y las organizaciones de franquicia, proclamando una mayor preparación para el riesgo de enfrentamientos con Israel en el período que se abre ahora.

Vale la pena señalar que Irán se dispone esta semana a conseguir la membresía plena en la Organización de Cooperación de Shanghái liderada por China, en la cumbre de esa organización en la ciudad uzbeka de Samarcanda. Las compras de petróleo chino permitieron a los iraníes superar la estrategia de “máxima presión” de la Administración Trump.

El fracaso de la actual Administración de EE. UU. para tener éxito en la diplomacia nuclear, donde también fracasó la política de coerción de Trump, profundizará en Teherán su convicción de que EE. UU. es una potencia en retirada en Oriente Medio. Irán está avanzando hacia relaciones más estrechas con la alianza que se percibe a sí misma como rival de la potencia hegemónica estadounidense que se desvanece.

Por último, es importante señalar que el repunte de la actividad israelí claramente no está relacionado solo con Siria. Más bien, es parte de la ampliación y profundización más general por parte de Israel en los últimos meses de su postura asertiva con respecto a toda la gama de actividades iraníes en la región.

Este nuevo enfoque, más integral, fue reflejado esta semana por el jefe del Mossad, David Barnea, en su discurso ante la conferencia del Instituto Internacional para la Lucha Contra el Terrorismo en Herzliya. Barnea le dijo a su audiencia que “los líderes iraníes deben entender que los ataques contra Israel o los israelíes, directa o indirectamente por parte de representantes [proxies], se encontrarán con una respuesta dolorosa contra los responsables, en suelo iraní. No perseguiremos a los apoderados, sino a los que los armaron y dieron las órdenes, y esto sucederá en Irán”.

A medida que la diplomacia nuclear llega a su ronda final, el estado de ánimo en los campos rivales en el Medio Oriente parece inclinarse hacia una mayor disposición para la confrontación. El alcance y la audacia cada vez mayores de la actividad aérea israelí en Siria reflejan esta estación cambiante.

Fuente: The Jerusalem Post

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