El ícono del cine Arnold Schwarzenegger visitó el miércoles el sitio del campo de exterminio nazi de Auschwitz. Se reunió con un sobreviviente del Holocausto y el hijo de sobrevivientes, y dijo que es hora de “terminar con el odio”.
El actor vio los cuarteles, torres de vigilancia y los restos de las cámaras de gas que aún perduran como evidencia del calvario judío por culpa de los nazis en la segunda guerra mundial. También conoció a una mujer que, con tres años, fue sometida a experimentos por parte del médico nazi Josef Mengele.
“Esta es una historia que tiene que permanecer viva, esta es una historia que tenemos que contar una y otra vez”, dijo después de su visita al sitio del campo de exterminio. Habló en una antigua sinagoga que ahora alberga a los Fundación del Centro Judío de Auschwitz.
Se puso de pie junto a Simon Bergson, el presidente de la fundación, quien nació después de la guerra de los sobrevivientes de Auschwitz, y mencionó su propia historia familiar. “Yo era hijo de un hombre que luchó en la guerra nazi y fue soldado”, añadió Schwarzenegger, de 75 años, en Oswiecim, la ciudad donde se encuentra el sitio de Auschwitz.
Comentó que él y Bergson, que tienen una edad cercana, estaban unidos en su trabajo. “Luchemos juntos contra los prejuicios y terminémoslos de una vez por todas”. Y Bergson agregó: “Arnold y yo somos la prueba viviente de que dentro de una generación el odio puede cambiar por completo. Gobernador, gracias por acompañarnos hoy aquí”.
Su visita al sitio en el sur de Polonia, que estuvo bajo la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, fue la primera y se produjo como parte de su trabajo con la Fundación del Centro Judío de Auschwitz, cuya misión es combatir el odio a través de la educación. Prometió que la visita del miércoles no sería la última.
«Volveré», dijo, usando una frase famosa de «Terminator». Schwarzenegger, originario de Austria, se refirió abiertamente del pasado de su padre, Gustav Schwarzenegger, quien fue un soldado nazi durante la guerra.