Aristides de Sousa Mendes, de la diplomacia a morir en la pobreza por salvar a miles de judíos

10 mayo, 2023 , ,
Universidad de Coimbra, donde estudió. Foto del autor de la nota

Si en toda la historia de la salvación de los judíos por parte de algunos buenos cristianos y gentiles en Europa hay una historia triste y trágica, sin duda la de Aristides de Sousa Mendes es una de ellas. O, quizá, la más representativa de tantos hombres y mujeres ahora olvidados y que duermen en el olvido que fueron los grandes héroes del continente europeo sin ni siquiera intuirlo. Paseando por Coimbra, al azar, aunque no lo crean, descubrí una placa con su nombre en una de sus calles, donde se dice que vivió cuando estudiaba en la Universidad de Coimbra.

Aristides de Sousa Mendes. Foto: Wikipedia – Dominio Público

En una reseña sobre su vida publicada en el diario español El País, conocemos así sus primeros pasos: “Aristides de Sousa Mendes nació en julio de 1885 en Carregal do Sal, un pueblito del centro de Portugal, poco después que César, su hermano gemelo. Tenían muchos hermanos, un padre juez, una madre señora, una familia católica, monárquica, ligeramente noble. Cuando los mellizos cumplieron 18, se fueron a Coimbra para estudiar Derecho; cuando se recibieron, entraron, comme il faut, en el servicio diplomático”.

Podemos imaginar los primeros pasos de Sousa Mendez, antes de comenzar sus viajes y andaduras en el mundo diplomático, en aquella Coimbra provinciana y pequeña para aquel hombre que ansiaba recorrer mundos y liderar en la diplomacia, en esa Portugal arcaica y terrible a punto de entrar en una larga noche dominada por el totalitarismo y el miedo.

Pero, en 1929, ya dentro de la carrera diplomática, el mundo vino a llamar a su puerta. Instalado el Estado Novo en Portugal, Sousa fue llamado a desempeñar un papel, secundario en un principio y fundamental después, en aquella larga guerra que se auguraba: “En 1929 Sousa fue nombrado cónsul en Amberes y allí vivió 10 años casi calmos; en 1939 lo transfirieron a Burdeos. La guerra amenazaba, los acosos también. El presidente americano Roosevelt convocó a los Gobiernos eu­­ropeos a una conferencia en Evian para convencerlos de recibir refugiados; ninguno le hizo caso. Miles de judíos centro eu­ropeos rodaban por el continente, escapando de una muerte segura. Portugal podía ser, para muchos, el puerto de embarque para completar su fuga a América, pero en noviembre de 1939 sus autoridades mandaron una circular -la 14- a sus cónsules diciéndoles que no debían emitir, sin consultar, visas a “apátridas, rusos y judíos”.(Fuente citada y consultada: https://elpais.com/elpais/2017/03/02/eps/1488409542_148840.html).

COMIENZAN LAS DEPORTACIONES DE LOS JUDIOS EN LA FRANCIA OCUPADA

El continente, en aquellos turbulentos años en que Hitler había declarado la guerra a todo Europa tras invadir Polonia, el 1 de septiembre de 1939, se encaminaba hacia el precipicio y la suerte de millones de judíos europeos estaba a merced de las huestes nazis que ocupaban casi toda Europa. Francia, en aquellos aciagos días, cayó en manos alemanas y miles de judíos, incluso algunos que habían huido de otros territorios ocupados por los nazis, quedaron atrapados en este destino terrible y funesto.

Pero la historia se empeñaba en precipitarse contra este joven cónsul y colocarle ante uno de los grandes dilemas de su vida, sucumbir ante la maquinaría homicida nazi o luchar contra la barbarie en medio de la cobardía en tiempos infames. Así nos lo relata aquellos días Yad Vashem: “Hasta el 10 de mayo de 1940 era posible obtener visados de entrada o permisos de tránsito a través de Portugal en el consulado de ese país en Burdeos. Para esa fecha, cuando Alemania invadió Holanda y Bélgica, el gobierno de Portugal prohibió el tránsito por el país de refugiados, en particular judíos. Esa medida significó el cierre de la última vía de esperanza para ellos. Ciudadanos británicos portadores de una recomendación del cónsul británico podían obtener visados. Pero alrededor de otros 30.000 refugiados, entre ellos 10.000 judíos se congregaron frente al consulado portugués presionando para obtener el trozo de papel que les podía hacer salir de Francia”.

Entonces, en medio de aquellas circunstancias terribles, Sousa de Mendez apostó por la vida y por la defensa de la dignidad humana, poniendo a su consulado al servicio de una causa, la vida de miles de judíos, frente a la abyecta decisión de su gobierno, una dictadura repugnante, de no prestar ninguna ayuda a esos hombres y mujeres desesperados y abandonados sin ninguna esperanza. 

FRENTE LA DICTADURA DE SALAZAR

De 16 a 23 de junio de 1940, Aristides de Sousa Mendes desobedeció las órdenes impuestas por el dictador Salazar de negar los visados de entrada a Portugal a los judíos que huían de la persecución nazi y se guio por su consciencia moral interior. Sousa desobedeció: “A partir de ahora daré visas a todos; ya no hay nacionalidades, razas o religiones”, dijo. Se discuten las cifras exactas, pero se sabe que en esos días de junio, febriles, terminantes, Sousa entregó entre 10.000 y 30.000 visas a judíos fugitivos: que les salvó las vidas. (Fuente citada y consultada: https://elpais.com/elpais/2017/03/02/eps/1488409542_148840.html).

Así cuenta la historia Yad Vashem en sus páginas web: “A continuación estableció una oficina improvisada en el consulado y con la ayuda de dos de sus hijos y algunos judíos que se encontraban a la espera en las cercanías, comenzó a emitir visados de tránsito. Por tres días y tres noches trabajó sin permitirse ni un minuto de descanso, hasta desplomarse exhausto una vez completado el trabajo. Entre el 15 y el 22 de junio estampó 1.575 visados”. (Fuente citada y consultada: https://www.yadvashem.org/es/righteous/stories/mendes.html).

Según el canal británico BBC, “Nadie sabe con certeza cuántas visas de tránsito se emitieron, permitiéndole a los refugiados pasar de Francia a España y viajar a Portugal. Pero las estimaciones oscilan entre 10.000 y 30.000, y la mayoría buscaba cruzar el Atlántico hacia una variedad de destinos estadounidenses. La Fundación Sousa Mendes, con sede en EE.UU., ha identificado a unos 3.800 destinatarios de estas visas”.

Pero, como era de prever, las cosas se le tuercen al diplomático y la dictadura portuguesa toma medidas en su contra sin que él se rinda en su hazaña humanitaria, tal como nos lo relata Yad Vashem: “Los rumores acerca de las acciones de Sousa Mendes llegaron a Lisboa y se le ordenó perentoriamente retornar a su país. Dos hombres fueron enviados para escoltarle de regreso a Portugal. En el camino, y todavía en suelo francés, pasaron por el consulado portugués en Bayona. Allí Sousa Mendes vio una multitud compuesta por varios centenares de personas apiñadas a las puertas del consulado. Ello le recordó las escenas del suyo en Burdeos. A pesar de haber sido llamado de regreso entró a la oficina y haciendo caso omiso de las objeciones del cónsul local, le ordenó emitir de inmediato visados a todos los solicitantes. Él mismo estampó los mismos agregando con su propia letra: “El Gobierno de Portugal solicita amablemente al Gobierno de España permitir al portador de este documento cruzar España libremente. El portador es un refugiado del conflicto en Europa y está en camino a Portugal”. Después de proveer a los solicitantes del tan buscado documento los acompañó personalmente a un puesto fronterizo español y se aseguró que lo cruzaran sin incidentes.

El final, como no podía ser de otra forma, entra la desobediencia a una dictadura brutal y un heroísmo anónimo en tiempos abyectos, solamente podía ser el esperado: la condena al silencio y el desprecio. Así no los relata Yad Vashem, que citamos literalmente: “De regreso a Lisboa Sousa Mendes fue juzgado por un tribunal disciplinario y despedido del Servicio Exterior. Esto lo dejó en la indigencia e incapacitado para proveer a sus 13 hijos. Murió en la pobreza y el olvido en 1954. Recientemente, en 1988, fue rehabilitado totalmente gracias a presiones externas y al esfuerzo de sus hijos. Cuando se le pidió que explicara sus acciones, dijo: “Si miles de judíos están sufriendo por un cristiano (Hitler), no hay duda que un cristiano puede sufrir por tantos judíos”.

Solamente en 1966, tras años de olvido, ignominia y silencio en su propia patria, Yad Vashem le reconoció como Justo entre las Naciones, ese gran reconocimiento que se otorga a ese puñado de héroes que salvaron la vida de algunos miles de judíos en aquellos tiempos infames y plantó veinte árboles en su honor. El 21 de octubre de 2021, dos ciudades francesas (Burdeos y Hendaya) y una gallega (Baiona) rindieron un homenaje simultáneo tras su entrada en el Panteón Nacional de Lisboa, en una ceremonia oficiada por el actual presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa junto al primer ministro António Costa. “Cambió la historia de Portugal y proyectó Portugal en el universo”, declaró Sousa durante la ceremonia, aunque evidentemente su decisión de ayudar a los refugiados no gustara nada en su momento al dictador Oliveira Salazar. Ni falta que hace. Descanse en paz Aristides Sousa de Mendes, un hombre bueno allá donde se encuentre y siempre en nuestra eterna memoria.

por Ricardo Angoso

FUENTES CITADAS Y CONSULTADAS:

Visit Center Of Portugal:
https://www.centerofportugal.com/es/tour/aristides-de-sousa-mendes-el-consul-insubordinado

El País:
https://elpais.com/elpais/2017/03/02/eps/1488409542_148840.html

El Confidencial:
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-10-25/olvidado-diplomatico-portugues-que-salvo-a-miles_3311138/

Yad Vashem:
https://www.yadvashem.org/es/righteous/stories/mendes.html

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One thought on “Aristides de Sousa Mendes, de la diplomacia a morir en la pobreza por salvar a miles de judíos”
  1. 02) «Y muchos de los que duermen en el polvo de la Tierra serán despertados, unos para Vida Eterna, otros para verguenza y confusión perpetua.
    03) Los entendidos resplandecerán como el resplandor del Firmamento; y los que enseñan Justicia a la multitud, cómo las estrellas a Perpetua Eternidad».

    Libro del profeta Daniel. Capítulo 12: Versículos 02 y 03

    Que altruismo de este Eximio Ser Humano; Aristídes Souza de Méndez !!!!!!!!.
    Amó a sus Prójimos ( Próximos ), cómo a si mismo

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