Estos días de caos y en los que se informan los casos de muertes cada hora, es quizás un momento adecuado, aunque nefasto, para un nuevo proyecto de los estudiantes de diseño industrial del HIT (Holon Institute of Technology), quienes han creado productos diseñados para ayudar a lidiar con “la experiencia del final de la vida”. Esta es sin duda una dura experiencia que abarca aspectos físicos, espirituales, sociales y emocionales los que a veces la medicina no suele abordar.
Este tema tan sensible con múltiples desafíos ha sido elegido por el Departamento de Diseño Industrial del HIT, bajo la guía de Galina Arbeli e Itai Laniado. Han declarado: “Muchas personas terminan “su viaje” en entornos estériles y alienados, iluminados por luces fluorescentes, alrededor de ellos, silbidos de instrumentos y olor a desinfectante. Aunque en los últimos años ha habido un desarrollo considerable en el campo de la medicina paliativa, todavía hay mucho camino por delante”
Como parte del proceso, los diseñadores consultaron con una variedad de profesionales de los campos de la medicina, la ingeniería, el trabajo social, los cuidados paliativos y la geriatría, y se dirigieron a espacios relevantes para el usuario final para comprender las necesidades, probar la aplicabilidad de sus ideas y determinar la solución al contexto específico en el que decidieron operar.
De todo ello surgieron los siguientes trabajos:
“El muñeco de proyección”, Adi Mizrachi, con forma de león, ayudaría a la comunicación del enfermo de cáncer con sus hijos. La muñeca es proyectiva, es decir el niño aplica lo que le pasa a su padre en la muñeca. Está diseñada para niños de 4 a 6 años y permite una vivencia visual de los cambios corporales del enfermo producidos por tratamientos de quimioterapia.
“Kit de conversación” diseñado por Shai Carmel, es un set de siete personajes de tipo tótem que se relacionan y representan palabras y emociones de las diferentes esferas de la vida inclusive del final. Destinado a la conversación entre el paciente y su familia nuclear (entre 5 y 3 personas) con la guía de un terapeuta. Las figuras de los personajes están diseñadas para inspirar y plantear puntos importantes, tales como preocupaciones, los miedos, los últimos deseos y, en última instancia, permiten al paciente aceptar su condición.
El “Rincón de la historia personal”, creado por Amir Lovell, es un soporte de cama para el paciente que cuenta la historia personal del mismo y acerca a los enfermos al personal médico y varios visitantes. Se supone que esto ayuda a dispersar la sensación de extrañeza en el hospicio.
El “Kit de Recepción” de Ossi Pele, es un regalo que se le puede hace al paciente cuando se hospitaliza, consta de una bolsa y una almohada, para darle una sensación de autonomía dentro del hospicio y fuera de casa, permitiendo una sensación de privacidad e independencia.
“Capsule Message”, de Nadav Piner, es un servicio de acompañamiento para grabar mensajes personales. Esto ayudaría en forma digital a lidiar con las inhibiciones mentales, emocionales y físicas de quienes padecen enfermedades.
“Cornerstone”, de Noa Safran, es un entierro cíclico que da paso a la vida. Su condición tiene dos objetivos. Primero marca el lugar del entierro, luego contiene los huesos humanos y usa como ladrillo en el muro de recuerdos.