Alejandro María de Aguado y Remírez de Estenoz y José de San Martín

Retrato del político y banquero español Alejandro María Aguado (1782-1842), primer marqués de las Marismas del Guadalquivir. Foto: Francisco Lacoma y Fontanet – Wikipedia – Dominio Público

Inició sus estudios en Sevilla, donde recibió una buena formación matemática.

Vida militar

En 1799 ingresó como cadete en el regimiento de infantería Jaén, de donde pasó en junio de 1808 al Cuarto Batallón de Voluntarios de Sevilla, participando en las batallas de Tudela y Uclés contra las tropas napoleónicas. Ocupada Sevilla por los franceses se alistó en las filas del ejército de José I Bonaparte, siendo incorporado como edecán del Estado Mayor del mariscal Jean de Dieu Soult. Como coronel del regimiento de Lanceros españoles combatió en La Albuera y fue nombrado comandante militar del condado de Niebla. Cuando los franceses fueron derrotados por las fuerzas coaligadas mandadas por Wellington, se exilió a Francia, rechazó el nombramiento de gobernador de Martinica y abandonó la carrera militar.

Comerciante y banquero

Monumento a Aguado en Buenos Aires, del escultor y pintor argentino Vicente Roselli (1891-1958), en la plaza Chile, Palermo. Foto: Roberto Fiadone – Wikipedia CC BY-SA 3.0

Su actividad comercial se inició como proveedor del ejército francés en Andalucía, con la probable ayuda del mariscal Soult. En 1813 salió hacia Francia. Casado con Carmen Victoria Moreno tuvo tres hijos, todos ellos nacidos en este país. En 1815 solicitó la nacionalidad francesa, que le fue concedida en 1830.Con el apoyo de sus contactos familiares establecidos en Cuba, México y Cádiz, creó en París varias empresas de importación y venta de vinos, aceite y frutas y de fabricación y venta de perfumes, procedentes de América y Andalucía. En 1821 inició sus primeras operaciones en la bolsa de París y se vinculó a los banqueros Fould y Pereire. En 1824 se hizo cargo de la gestión en París del Empréstito Real, en momentos en que ningún banquero europeo quería asumir riesgos con España, sumida en una catastrófica crisis económica. En 1828 y 1830 suscribió dos nuevos empréstitos con el rey Fernando VII y refinanció las deudas que España tenía con el Reino Unido, Francia y Holanda. En agradecimiento el monarca le otorgó el título de marqués de las Marismas del Guadalquivir. Para entonces se había convertido en uno de los grandes banqueros de París y era considerado “el hombre más rico de Francia”.

Avencindado en Évry durante varios años, fue alcalde del municipio; embelleció la localidad y financió la construcción de un puente colgante sobre el Sena entre Ris y Draveil, que recibió su nombre.

Mecenas

En 1831 Aguado cedió su banco a la casa Ferrere, Lafitte y Cía, quedando como socio comanditario de la misma, y cedió a los banqueros Rothschild su participación en un importante empréstito a Grecia para dedicarse a promocionar destacadas actividades culturales: durante once años  -el resto de su vida- fue socio comanditario de la Ópera de París​ y adquirió el Teatro de los Italianos, financió la revista Revue de Paris y el diario Le Constitutionnel, presidió el Ateneo de París, y formó una de las más importantes colecciones privadas de arte existentes en Francia. Reunió 360 cuadros, principalmente de pintores españoles como Velázquez, Murillo, Ribera, Zurbarán, y también de las escuelas italianas, como Leonardo da Vinci y Rafael y holandesa-flamenca, como Rubens y Rembrandt. Su palacio de París y el Palacio de Petit-Bourg, ubicado en Évry a 25 kilómetros de la capital, se convirtieron en centro de reunión de artistas líricos y del ballet, compositores como Rossini y escritores como Balzac y Nerval.

Su vocación de mecenas y coleccionista de arte no le impidió continuar sus actividades financieras y comerciales. En 1831 obtuvo por 80 años la concesión del canal de Castilla (en sociedad con Javier de Burgos, Gaspar Remisa y el marqués de Casa de Irujo), desecación de las marismas del Guadalquivir, en 1836 adquirió y explotó las bodegas Château Margaux y recibió por Real decreto 52 concesiones mineras de oro, plata, plomo, mercurio y hierro, así como minas de carbón en Asturias.​ En un viaje que realizó a Asturias para visitar sus minas e inaugurar una ruta de peaje, murió de un fulminante ataque de apoplejía en 1842. Tiene calle dedicada en Gijón. En el exilio permaneció al margen de las alternativas y bandos políticos de su patria (absolutistas y liberales, carlistas y progresistas) y con gran generosidad ayudó a cuantos españoles habían tenido que refugiarse en Francia. Fundó una escuela y un hospicio en Évry​ y otras localidadesdonde tenía grandes posesiones y en todo momento se sintió y proclamó español. Fue sepultado en el cementerio del Père-Lachaise.

Aguado y José de San Martín

Aguado había nombrado en la década de 1830 a su amigo el general argentino José de San Martín, -compañero de armas en el ejército español, previamente a su pase al ejército napoleónico- su albacea testamentario y tutor de sus hijos, haciéndolo además heredero de todas sus alhajas y condecoraciones personales. El artífice de la independencia de Argentina, Chile y Perú, retirado de la vida política de las naciones americanas, y auto exiliado en Europa, se encargó de la compleja misión de ejecutar el testamento y repartir la inmensa fortuna, que se estimaba en más de sesenta millones de francos, vendiendo las minas y posesiones y la colección de obras de arte que eran la admiración de toda Europa, y que hoy se exponen en importantes museos del mundo.

En septiembre de 1842 José de San Martín le escribió al general Guillermo Miller:

Mi suerte se halla mejorada, y esta mejora es debida al amigo que acabo de perder, al señor Aguado, el que, aun después de su muerte, ha querido demostrarme los sentimientos de la sincera amistad que me profesaba, poniéndome a cubierto de la indigencia.

Órdenes de caballería

Reino de España

  • Caballero de la Real y Militar Orden de España (1811)12
  • Comendador de la Orden de Carlos III.12
  • Comendador de la Orden de Isabel la Católica.12

Extranjeras

  • 1828: Caballero gran cruz de la Legión de Honor.​ (Reino de Francia)
  • Comendador de la Orden del Redentor.(Reino de Grecia)

Fuente: Wikipedia

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7 thoughts on “Alejandro María de Aguado y Remírez de Estenoz y José de San Martín”
    1. Con el poder y dinero no sólo pudo refinanciar la deuda de una España empobrecida a la que nadie daba créditos sino que ayudó de por vida al General San Martín que había llegado a Europa apenas con lo puesto. No hay que ver una sóla cara de la moneda.

  1. Los dos eran masones, lo que en España casi que es mucho peor que ser judío, durante su estancia en Francia, el libertador José San Martín y Alejandro María de Aguado fueron juntos a las reuniones de una logia de Francia. San Martín fue uno de los varios libertadores hispanoamericanos que eran masones, otro destacado masón fue Simón Bolívar, de familia de origen vasco. Los libertadores obtuvieron ayudas y apoyos de masones de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, y, lo que es peor para los ultras católicos y derechistas españoles, también de masones españoles de España, de los que fueron los máximos precursores de la Constitución de Cádiz de 1812, un intento de llevar la democracia a España. Durante la invasión napoleónica pactaron con el rey Fernando VII traer la democracia a España a cambio de luchar juntos contra los franceses, pero este rey español, conocido por taciturno y vengativo, tenía otros planes, cuando los franceses fueron derrotados traicionó a los demócratas. España quedó como un país absolutista, un esperpento dentro de la Europa post-revolución francesa.

    La Constitución de Cádiz de 1812 popularmente fue y es conocida como la Pepa, pero actualmente los españoles, principalmente los de la derecha y los fascistas, emplean la expresión ridiculizadora viva la Pepa o el insulto de ser un vivalapepa como sinónimos de anarquistas o delincuentes. Aguado encima de ser masón de familia judía, también estuvo en el bando de los franceses, así que no es difícil imaginar lo que puedan opinar de él de los fascistas y ultracatólicos.

    1. En realidad, la ayuda o el apoyo de los masones españoles a los libertadores hispanoamericanos no está tan clara como en el caso de los masones de los otros países, sobre todo en comparación con lo que más que seguramente pregonan la derecha y los fascistas españoles. Es cierto que en España varios de los libertadores pertenecían a las mismas logias masónicas de los españoles, pero los masones de la Constitución de Cádiz sobre todo eran patriotas o los que fueran militares probablemente obedecieran órdenes. En el caso de los otros masones españoles que apoyaron a los franceses, su apoyo se debía a que Napoleón era masón aunque muchos le tachen de fascista por su idea de una Europa unida a base de acciones militares. Más tarde, con la traición de Fernando VII los masones españoles comenzaron una intentona de derrocar a los absolutistas, por ejemplo, en la provincia de Almería, un pequeño grupo que partió de Cádiz, conocido por Los Coloraos, después de que fueran derrotados y fusilados por los absolutistas se convirtieron en héroes mártires de la libertad. No eran masones, pero sí que tenían los mismos ideales. Actualmente, Almería se ha convertido en una de las provincias de España más derechistas y fascistas, los gobernantes locales no saben qué hacer con un conocido monumento en homenaje a Los Coloraos, que ya fue destruido por los fascistas durante una visita del dictador Franco, en cambio, han maximizado la celebración de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos en 1489.

    2. Aguado no era judío ni masón. Pueden leer el libro sobre él de Armando Rubén Puente en el que se hace un estudio a fondo de su vida y sus ancestros.

      Una pena que la inteligencia y los negocios de este prominente señor, no tuvieran continuidad en sus hijos, y hubiera actualmente un gran banco mundial al nivel de la casa Rotschild, que en aquellos años nada le envidiaba a éstos.

      Otra cosa importante es saber que España no quedó como el único país absolutista de Europa tras caer Napoleón, sino que en el Congreso de Viena se restablecieron los imperios y reinos con monarcas absolutos al frente. Fernando VII fue ayudado por la propia Francia de su “primo” para hacer caer al liberalismo con el envío de las tropas llamadas “Los 100.000 hijos de San Luis”, y ello supuso la entrada en la Década Ominosa del final de su reinado hasta 1933.

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