Aguado y Henri Simón: San Martín y los judíos

Mausoleo de San Martín en la Catedral de Buenos Aires - Foto: Paul Rousselot - Wikipedia - Dominio Público

De ilustre y rica familia de origen cubana, con vínculos en el Río de la Plata: los Bucarelli. Descendiente de judíos portugueses Inició sus estudios en Sevilla, donde recibió una buena formación en matemática

San Martín es el prócer más venerado de Argentina y de la mitad de América del Sur por haberles hecho obtener la libertad. Derogó los dictados de la Inquisición a pocos días de poner pié en el Alto Perú. Quiso el destino que un descendiente de sefaradíes fuera el hombre que protegió, financió su campaña y llenó de afecto a nuestro prócer en sus últimos años. La vida de Alejandro María Aguado fue novelesca y fascinante. Era seis o siete años menor que José de San Martín, del que llegó a ser su mejor e íntimo amigo. Por otra parte, si conocemos que, en las guerras de la Independencia, Simón Bolívar contó con la ayuda de judíos que vivían en la isla de Curazao. Los hermanos Maduro (Mordejai, Juana y María Antonia), José Curiel, Isaac de Sola, Abraham Meza apenas si son algunos nombres rescatados de quienes colaboraron animadamente con Bolívar.
Lo que si podemos establecer es que la relación más estrecha de San Martín con los judíos se estableció a título individual y en Europa, o sea a posteriori de sus campañas por la emancipación en América. También conocemos bastante certeramente qué, por su condición de masón, no practicaba ninguna religión y se manifestaba contra todo fanatismo.

Monumento a Aguado en Buenos Aires. – Foto: Wikipedia – CC BY-SA 3.0

José Francisco de San Martín no fue pobre en Francia sino adinerado. Y mundano: frecuentó a toda la intelectualidad francesa, y probablemente no quería regresar a las Provincias Unidas del Río de la Plata porque él se encontraba en el centro del “jet set” parisino. Eso no merma sus dotes de gran militar ni sus cualidades morales, marcada por la honestidad, la discreción y la ética, pero permite una visión bien diferente de quién era San Martín.

Probablemente el verdadero San Martín haya sido mucho más interesante que el falso San Martín que contaron Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento y Juan Bautista Alberdi.

Aguado llega procedente de Bélgica, que se acaba de separar de Holanda o Países Bajos, donde rechazó el cargo de jefe de su Estado Mayor. Se llamaba Alejandro María de Aguado, un banquero de origen judío y mecenas español expatriado en Francia, igual que San Martín (no eran exiliados porque no tenían el regreso prohibido a sus países respectivos). La Inquisición hizo lo suyo, Aguado tenía interés en que la Inquisición se aboliera del todo. San Martín llegó a Bélgica en 1824; allí se vinculó con las logias masónicas locales, tal su trayectoria, las que lo recibieron fraternalmente. La logia “La perfecta amistad” hizo grabar una medalla en su homenaje con un destacado grabador, judío y masón, Jean Henri Simon. Este logró plasmar una de las más nobles efigies del héroe hacia comienzos de 1825. Puesta a la venta, un periódico de Bruselas publica la siguiente nota: “El caballero Simon, grabador de S.M., va a editar diez medallas de hombres ilustres (…) Varias medallas grabadas del natural van a ser emitidas por este artista. La que acaba de aparecer ofrece a los amigos de las artes la semejanza perfecta de un general extranjero, justamente célebre, el general San Martín, tan conocido en la revolución de la América española del Sud”.
Se considera que el perfil del Libertador que se halla en la medalla fue copiado del natural por el eximio medallista judío Simon, siendo uno de los más auténticos retratos de San Martín. En el anverso pude verse en el campo, el busto de San Martín, de perfil izquierdo, de casaca con charreteras, luciendo la placa de Fundador de la Orden del Sol de Perú y la leyenda “LE GENERAL SAN MARTIN”; en el reverso, una leyenda traducida del francés y de las peculiaridades, abreviaturas y jeroglíficos masónicos, que dice: “La Logia LaParfaite Amitié constituida al oriente (en la ciudad) de Bruselas el 7 de julio de 5807 —al General San Martín – 5825”. Hay que aclarar que la masonería agrega cuatro mil años a las fechas de la era cristiana común. En letras pequeñas, en ambas caras, se lee “Simon F.”, la frase latina que significa Simon fecit o sea “la hizo Simon”. Señala: “…Muchas enciclopedias señalan que Alejandro María Aguado provenía de una familia judía, algunas la precisan como judía-portuguesa. El prestigioso historiador español Gregorio Marañón en los documentos de París hay una concomitancia entre don Alejandro (Aguado) y los comerciantes y banqueros judíos, lo que me hace presentir, en mi fuero interno, con casi seguridad, que aquel benemérito varón perteneció a dicha raza (judía)…  AGUADO QUIERE DECIR LIMPIEZA DE SANGRE JUDIA .

Agrega: Yo he conocido varios Aguados de procedencia Navarra, entre los sefarditas que aún existen en el mundo.
Una calle lateral del Instituto Sanmartiniano de la ciudad de Buenos Aires, lleva el nombre del que fue amigo del Libertador, como símbolo de esta histórica amistad.

Aguado recibió una base escolar en matemáticas superior a la corriente y en 1799 abrazó la carrera militar por vocación, ya que la fortuna de sus padres lo tenían cubierto de necesidades.

En París creó varias empresas de importación y venta de vinos, aceite y frutas y fabricación y venta de perfumes. En 1821 inició sus primeras operaciones en la Bolsa y se vinculó a los banqueros Fould y Pereire.

En 1824 se hizo cargo de la gestión en París del Empréstito Real de España, cuando ningún banquero europeo quería asumir riesgos con España, en crisis económica.

En 1828 y 1830 suscribió dos nuevos empréstitos con el rey Fernando VII y refinanció las deudas que España tenía con el Reino Unido, Francia y Holanda. En agradecimiento el monarca le otorgó el título de marqués de las Marismas del Guadalquivir.

Ya era uno de los grandes banqueros de París y era considerado “el hombre más rico de Francia”.

En 1831 Aguado cedió su Banco a la casa Ferrere, Lafitte, quedando como socio comanditario de la misma, y se dedicó a promocionar importantes actividades culturales: durante el resto de su vida financió la Ópera de París y el Teatro de los Italianos, creó revistas como la Revue de Paris, y diarios como Le Constitutionnel , presidió el Ateneo de París, y formó la más importante de las colecciones privadas de arte existentes en Francia.

Su palacio de París y el palacio Petit Bourg, ubicado en Evry a 25 kilómetros de la capital, se convirtieron en centro de reunión de artistas líricos y del ballet, compositores como Rossini y escritores como Balzac y Nerval y San Martín participaba de ese grupo íntimo de Aguado. San Martín frecuentaba a la intelectualidad francesa, que era la más importante del mundo, por aquel entonces. Nadie se enteró en el Río de la Plata porque San Martín siempre hizo de la discreción una regla de vida.

Aguado reunió 360 cuadros de pintores españoles como Velázquez, Murillo, Ribera, Zurbarán, y también de las escuelas italianas, como Leonardo Da Vinci y Rafael y holandesa-flamenca, como Rubens y Rembrandt. En 1832, José de San Martín enfermo y sin recursos fue auxiliado por Aguado, ante las deudas que peruanos, chilenos y el Estado argentino tenía con el prócer, que finalmente fueron mal pagadas y a destiempo, tras muchas gestiones.

-¿Con que tú eres el banquero Aguado? – dijo San Martín- y su amigo le respondió:
– Hombre, cuando alguien no puede llegar a ser libertador de medio mundo, me parece que se le puede perdonar que sea banquero.

Lamentablemente, esta fructífera relación personal se vio truncada en 1842 por la súbita muerte de Aguado. En un viaje de inspección a sus minas de carbón en Asturias, fue sorprendido por una terrible tormenta de nieve.

La calle y la estatua con el nombre de Alejandro Aguado, en ese lugar tan emblemáticamente sanmartiniano, testimonian la profunda amistad con José de San Martín; en diversas ciudades argentinas, calles y escuelas recuerdan a este hombre bueno. Lamentablemente son pocas las fuentes que, hablando de Aguado, mencionan su origen judío. ¿Ignorancia?, ¿vergüenza de que San Martín cultivara amistades con quienes no eran aceptados por la Iglesia Católica ?, ¿velado antisemitismo? No lo sabemos: lo cierto es que la amistad entre ambos fue fuerte y sentida.

Esto es solo una reseña, sin llegar a una investigación profunda y seria, es copia y me gustaría hacerla porque es apasionante. Hace un tiempo pedí una información a la Biblioteca MADURO DE CURACAO, cuyo archivo es muy valioso.

Los judíos de Curacao y Aruba apoyaron la libertad contra la opresión católica inquisitoria de los españoles. Ayudaron a Bolivar y San Martín. Hoy la Biblioteca tiene un archivo de gran información No se que habrá pasado con el gobierno de Maduro cuyo apellido tiene orígenes judaicos No olvidemos que muchos se refugiaron en la zona del Caribe buscando la libertad.

Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.

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2 thoughts on “Aguado y Henri Simón: San Martín y los judíos”
  1. Aguado y José de San MartínAguado había nombrado en la década de 1830 a su amigo el general argentinoJosé de San Martín, -compañero de armas en el ejército español, previamente a su pase al ejército napoleónico- su albacea testamentario y tutor de sus hijos, haciéndolo además heredero de todas sus alhajas y condecoraciones personales. El artífice de la independencia de Argentina, Chile y Perú, retirado de la vida política de las naciones americanas, y autoexiliado en Europa, se encargó de la compleja misión de ejecutar el testamento y repartir la inmensa fortuna, que se estimaba en más de sesenta millones de francos, vendiendo las minas y posesiones y la colección de obras de arte que eran la admiración de toda Europa, y que hoy se exponen en importantes museos del mundo.
    https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Mar%C3%ADa_Aguado

  2. Error: San Martín se fue exiliado a Francia a raíz de graves conflictos con Bs As. 2.
    La verdad, una persona tan rica cque llegó a tener su banco y obras de arte, etc., es poco creíble haya sido perseguido o discriminado. Y creo que cuando los judíos del Cariba ayudaron en la revolución lo hicieron por el dinero que eso les acarreó, a pleno con el liberalismo y no por ideales de igualdad con mestizos y esclavos.

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