De cara al 2019, la ONG Monitor, cree que el Festival de la Canción Eurovisión, programado para mayo en Tel Aviv, será el principal objetivo de las campañas antiisraelíes el próximo año.
Entre tanto hay un sin fin de llamados para boicotear el Festival de la Canción de Eurovisión, aparentemente sin éxito alguno, durante meses, la ONG Monitor ha estado esperando que se incrementen los ataques para el próximo año y que los grupos antiisraelíes apunten al evento de diferentes maneras.
“Habrá intentos de filtrar la publicidad de Eurovisión para ampliar las campañas existentes que intentan deslegitimar a Israel y avergonzar al gobierno israelí”, predijo Daniel Laufer, portavoz de la ONG. La organización espera que los grupos “hagan mal uso de la plataforma de Eurovisión, que justamente es parte de la cultura y está a favor de la tolerancia y la comunicación entre diferentes grupos humanos y la utilicen para excluir o atacar a un determinado país”.
En un informe publicado esta semana, el Monitor de ONG predijo que ciertos organismos “intentarán provocar publicidad negativa diferentes maniobras, por ejemplo, en el aeropuerto Ben-Gurion o en el evento mismo”. La ONG cree que la actividad está financiada suficientemente por una gran variedad de grupos adversos.
A principios de este año, varios políticos israelíes expresaron su indignación después de que un documento filtrado de la Unión Europea de Radiodifusión (EBU, por sus siglas en inglés) al gobierno israelí afirmara que Israel debe aceptar a todos los visitantes para el concurso, independientemente de sus opiniones políticas. El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, quien ha sido clave en el trabajo para bloquear la entrada a activistas del BDS, dijo que las afirmaciones de la EBU son “ridícula”.
Sin embargo, a muchos les preocupa que la demanda pueda ser explotada por aquellos que esperan viajar a Israel para interrumpir la competencia internacional.
Sería lo más normal, no hará tanto el concurso de Eurovisión estaba de capa caída, a punto de desaparecer, pero desde hace unos años ha resurgido incluso con más fuerza que antes, por campañas publicitarias o porque a los europeos les ha dado por ahí, por ejemplo en España es como si no hubiera nadie que no sepa cantar, bailar, o también cocinar, con tantos concursos televisados. Aunque los comunistas no sean los mejores aficionados a estos programas de máxima audiencia, sí saben donde hacer más ruido.