A causa de la sequía, el calor y los incendios forestales relacionados con el cambio climático y también por las complicaciones de la cosecha relacionados con la guerra en el norte y sur de Israel, el mercado del aceite de oliva en el país se enfrenta a la escasez, lo que genera la aparición de sobreprecios y productos falsificados.
Adi Naali, a cargo de la División de Olivos en el Consejo de Plantas de Israel, afirma que esta es una situación que podría haberse evitado. Naali considera que el gobierno abandonó a los agricultores, y que además, la política gubernamental inconsistente a lo largo de los años llevó a los agricultores a arrancar unos 400,000 árboles en los últimos años.
En la actualidad, Israel produce alrededor de la mitad de las 30.000 toneladas de aceite de oliva que consume su población anualmente, pero desde el 7 de octubre, más del 40% de las aceitunas producidas en el país no pudieron llegar a las prensas productoras de aceite.
En este marco, el Ministerio de Salud ha emitido varios avisos de retiro para productos de aceite de oliva de baja calidad que se han vendido en las últimas semanas.