«Los seguidores de Hitler no tienen cabida en Polonia», dice su presidente

25 enero, 2018 , , ,
Andrzej Duda y su esposa Agata junto a Biniamín Netnayahu y su esposa Sara Foto: Kobi Gideon GPO

El presidente de Polonia, Andrzej Duda, dijo que «los seguidores de Hitler no tienen cabida en la sociedad polaca», tras un reportaje televisivo sobre el culto al nazismo en este país, donde ya ha habido detenciones de seguidores de Hitler.

«No podemos permitir que tales organizaciones existan» en Polonia, declaró Duda a la radio pública al recordar que Adolf Hitler «fue el responsable de la destrucción de Polonia y de otras naciones, sobre todo la nación judía».

La emisión el pasado fin de semana de un reportaje en el que dos periodistas infiltrados graban con cámara oculta la celebración del 128 aniversario del nacimiento del «Führer» ha provocado que la fiscalía investigue las actividades de grupos neonazis.

Hasta el momento ya han sido detenidas cinco personas vinculadas al grupo de ultraderecha Orgullo y Modernidad, cuyos miembros celebraron el cumpleaños de Hitler en un bosque, entre esvásticas en llamas y pendones nazis, según muestra el reportaje.

Esta secta es la misma que el pasado noviembre mostró fotografías de eurodiputados polacos de la oposición en la horca durante una manifestación nacionalista en Katowice (sur de Polonia).

La oposición ve en el reportaje el auge de las ideologías extremistas en la sociedad polaca durante los últimos años y denuncia al Gobierno por no atajar a los grupos radicales, que participan sin restricciones en la manifestación que cada 11 de noviembre conmemora en Varsovia la independencia de Polonia.

El extremismo también está muy presente en las hinchadas de los equipos de fútbol, donde son frecuentes los símbolos nacionalistas y xenófobos. EFE

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3 thoughts on “«Los seguidores de Hitler no tienen cabida en Polonia», dice su presidente”
  1. Nada nuevo bajo el sol, en España, aunque en círculos más minoritarios, ocurre exactamente lo mismo según relata el libro «Diario de un skin» del periodista infiltrado Antonio Salas, un seudónimo para tratar de que no le encuentren los neonazis españoles, que le amenazan de muerte desde que un policía español dió el chivatazo a estos neonazis, poniendo en peligro la vida del infiltrado. Según el periodista, los grupos neonazis españoles, para darse publicidad gratuita en televisión y resto de medios, utilizan las peñas ultras de equipos como el Real Madrid, Atlético de Madrid, Espanyol de Barcelona, Valencia, Betis, Málaga, Levante, etc. Aunque rivales, luego acuden juntos a conciertos de música neonazi Oi!, a mítines y charlas para neonazis y fascistas, a bares para fascistas, a reuniones para apalear a los inmigrantes, mendigos o comunistas que encuentren por las calles, incluso el periodista logró ser invitado a esas ceremonias de corte paganista nazi, en solsticios y equinocios y fechas señaladas como el nacimiento de Hitler, cuando van a lugares apartados como un claro del bosque, al anochecer queman cruces y colocan a alguna rubia nazi a cantar arias alemanas. Aparte de la capital Madrid, donde el periodista realizó el reportaje, en Valencia puede estar el epicentro del neonazismo y extrema derecha española, en esta secundaria gran ciudad se encuentra el partido del líder ultraderechista José Luis Roberto Navarro, conocido también como «El Cojo»​​, el que iba ser el Le Pen de España pero todo acabó en un bluf, un psicólogo y ex-profesor en escuelas públicas de la asignatura de fascismo falangista, al parecer condecorado por ayudar durante una catástrofe natural en Valencia, y también supuesto ex-terrorista acusado de colocar dos bombas en Valencia, además de dar cobijo a asesinos ultraderechistas, articulista en los diarios valencianos donde defiende los libros del nazismo de la Alemania de Hitler, y dueño de la más que denunciada empresa de seguridad privada Levantina de Seguridad, contratada por los gobiernos de derechas del Partido Popular y condecorada por la Policía Nacional, del valetudo, contratada por la policía local, y directivo de la asociación de puticlubs españoles ANELA, tal y como sacó a la luz otro periodista infiltrado. Aparte de estos elementos, en un pueblo de Valencia estaban creando una granja neonazi donde acudían otros neonazis de Europa para reunirse y como lugar de vacaciones nazis, y los expertos antisectas consideran Valencia la región con las sectas más peligrosas de ideologías nazis, las que pueden añadir creencias satanistas y ser muy violentas.

    1. La recientemente desaparecida revista erótica interviú fue la que se infiltró al periodista Joan Cantarero, en la asociación de puticlubs españoles ANELA, esta misma revista publicó un artículo sobre el cortijo neonazi valenciano: «A mediados de los 90, ultras españoles, ingleses e italianos compraron Los Pedriches, una aldea a 90 kilómetros de Valencia, para montar un santuario neofascista. Jóvenes camaradas llegados de toda Europa se esforzaron por rehabilitar el pueblo y convertirlo en un auténtico campamento. Ultraderechistas europeos iban a cumplir su sueño de montar en Europa un pueblo de convivencia neonazi, un lugar para el descanso de los camaradas. El sitio elegido estaba en España, en la comarca valenciana de Requena-Utiel. Hoy, ese sueño neonazi se ha acabado tras las investigaciones de policías españolas y otros países de origen de los neonazis. Aunque el asentamiento neonazi no se pudo consumar, no se ha podido evitar, en cambio, que estos magníficos parajes naturales sigan siendo actualmente un santo lugar de peregrinación ultra, al que acuden nostálgicos del sueño roto.». En cuanto a las sectas, uno de los expertos españoles es el escritor Pepe Rodriguez, investigó las relaciones de la conocida secta Moon con ultraderechistas españoles: «Durante la década de 1980, uno de los nombres españoles más frecuentes en las reuniones de trabajo de organizaciones tapadera de la secta ultraderechista Moon, como AULA, fue el de Ricardo de la Cierva y Hoces, el franquista y ex ministro de UCD», el ya fallecido ultraderechista era un reconocido historiador para el sector derechista de España, y era el mayor azote de los judeo-masones, nunca perdía la oportunidad de soltar sus diarreas mentales contra la peligrosa masonería en los medios de comunicación españoles o allá donde le invitaban. La secta coreana Moon estaba empeñada en difundir sus ideas paranoides por todo el mundo, infiltrándose a través de los poderosos de los estados, «ha estado estrechamente asociada, desde la década de 1960, a lo peor de la extrema derecha mundial —incluyendo a ex nazis, dictadores latinoamericanos genocidas y fascistas europeos—, así como al ultraconservadurismo internacional, muy en particular al norteamericano y especialmente durante la época de Reagan, cuando un periódico de la secta, The Washington Times, funcionó como portavoz oficioso del ala más dura del reaganismo.». Lo de las sectas peligrosas procurando gobernar el mundo no es nuevo, la peligrosa secta de «Los niños de Dios», actualmente menos activa, enviaba a sus adeptos jóvenes a lugares de ocio para ricos donde captaban nuevos miembros poderosos a cambio de sexo, de todas formas hace unos años se detectó un pequeño grupo en Valencia, alquilando casas donde practicaban el amor libre, aunque no ilegalmente como hace años cuando practicaban la pederastia. Sectas ultracatólicas como la española de el Opus Dei o la mexicana «Los legionarios de Cristo», son conocidas por tener el mismo objetivo de infiltrar en los estados, estos a base de ir adquiriendo poder económico y captando adeptos a través de los medios de comunicación y sus centros de enseñanza, si bien, son sectas que cuentan con el aval del Vaticano. Si Pepe Rodriguez, Antonio Salas, Joan Cantarero y todo periodista o investigador que se atreva a criticar a ultraderecha y neonazis, son denigrados y amenazados en España, en el caso de las sectas ultracatólicas el acoso es todavía peor, y por ejemplo es prácticamente imposible, o muy raro (como mucho una vez al año en el caso de las más de izquierda), que una televisión de España ni siquiera mencione a el Opus Dei, cuando todos los españoles saben, más o menos, quienes son.

    2. Perdón, el periodista Joan Cantero no trabajaba en exclusiva para la revista interviú, es un periodista independiente. Otro periodista amenazado en España es Chema Gil, llegando a ser golpeado su coche con una barra de hierro y a recibir llamadas amenazando de muerte a su mujer y a su hija, por denunciar las numerosas corrupciones en Murcia, provincia gobernada con amplias mayorías por el derechista Partido Popular y otra región donde los ultraderechistas y neonazis se han hecho fuertes, tal y como ocurre en el sudeste de España o en toda la costa mediterránea, donde parece que toda la porquería va unido en un mismo paquete: corrupción+mafias+neonazis+Partido Popular.

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