“Alcina” de Handel en la Opera Israelí

21 mayo, 2022

Chiquita Levov – Texto y fotos

La Ópera Israelí está presentando en estos días y por primera vez uno de los pináculos de las óperas barrocas: «Alcina» de c con libreto de Furioso y Ariosto, sobre la hechicera que encanta a los hombres para cumplir todos sus deseos. Se trata de una de las primeras óperas, de estilo barroco, que no son de las más populares ni atraen mucho al público, a pesar de ello esta versión totalmente israelí es algo único. Una producción que logra extasiar al público, con voces hermosas, ideas escenográficas brillantes, actuación especial. Solo merece ser aclamada. Todo ello gracias a los enormes talentos encargadas de esta nueva producción, dirige Ido Ricklin y conduce Eitan Schmeisser, diseñador de escenografía Roni Toren, iluminación de Avi Yona Bueno, vestuario de Oren Der, movimiento de Yiftach Mizrahi. Todos israelíes. Se puede ver entre el 28 y el 30 de Mayo. En el Hogar de la Opera de Tel Aviv.

Handel logra convertir el mundo mágico de Alcina en una espectacular celebración musical de gran belleza, y su estreno tuvo lugar en Londres hace 287 años. Como en las óperas anteriores de Handel, esta vez también optó por centrarse en héroes mitológicos, lo que permite crear producciones con fondos espectaculares en el escenario, como ocurrió también en esta producción. La música es interpretada por la Orquesta Barrocada, un colectivo barroco israelí cuyos miembros tocan instrumentos de época. Los papeles principales son interpretados por la soprano Yael Levita como Alcina, el contratenor Vince Yi como Ruggiero. Completan el elenco Hila Fahima  Oded Reich, Anat Czarny como Bradamante,  Eitan Drori, junto a otros cantantes y bailarines. Todos se lucieron. Pero en especial  el cantante invitado Vince Yi, un estadounidense de ascendencia coreana con su voz de contratenor soprano poco común, ofrece una interpretación vocal y dramática de gran belleza.

Sobre la trama de esta ópera: el personaje principal es Alcina, una hechicera que busca el amor  y encanta a los hombres para que no la dejen sola. Su mundo es un mundo en el que todas las criaturas son hombres enamorados capturados por su encanto, y después de cansarse de ellos los convierte en estatuas, plantas o animales, y sale a buscar a la próxima víctima donde se enamorará y lo tira en su red. Este motivo de la ópera es muy bien aprovechado en la creación de la escenografía.

El director Ido Ricklin sitúa la trama de la ópera en una magnífica mansión durante la época del cine negro de la década de 1950: «La leyenda de Alcina representa a una bruja que seduce a los hombres y luego se deshace de ellos con crueldad. Pero la música de Handel crea fascinantes arias. En realidad Alcina representa a una mujer fatal, impulsada por un gran amor,  puede ser peligrosa para los hombres que se enamoran de ella, pero cuando ella misma se enamora, su angustia es trágica”

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